«Nunca pensé que llegaría a estas cifras»
Un Raúl alegre y satisfecho, pero con moderación, muy acostumbrado ya a estos homenajes y reconocimiento del reino blanco: «Estoy contento y orgulloso con lo sucedido, pero lo importante es que ha ganado el equipo. En cuanto al homenaje en sí muy agradecido a todos, he sentido especial emoción por mi familia, mis amigos y el madridismo en general».
Respecto a su trayectoria con los blancos, reconoció que «francamente, cuando empecé nunca pensé que llegaría a estas cifras pero ahora lo que siento es ganas de seguir ayudando al equipo». Por último, un nuevo detalle, muy humano, del capitán: «Nuestras condolencias a los familiares y amigos de Andrés Montes. Se nos ha ido un jugón y una gran persona».
Respecto a su trayectoria con los blancos, reconoció que «francamente, cuando empecé nunca pensé que llegaría a estas cifras pero ahora lo que siento es ganas de seguir ayudando al equipo». Por último, un nuevo detalle, muy humano, del capitán: «Nuestras condolencias a los familiares y amigos de Andrés Montes. Se nos ha ido un jugón y una gran persona».
A Florentino se le desencajaba la mandíbula de la sonrisa. Le estaba dando el trofeo a Raúl con motivo de su homenaje y se le veía henchido de orgullo. No en vano es el buque insignia del equipo y va camino de la leyenda. Detrás, su padre deportivo, Jorge Valdano, sonreía por fuera y reía a carcajadas por dentro. Su niño, su invento desde aquel partido de Zaragoza, estaba jugando su partido número 711 con el Real Madrid, lo nunca visto en la historia de los blancos (710, Sanchís). Raúl sonreía, no se sabe si por el homenaje en sí o por lo que tenía previsto para el partido, como diciendo: «Pues ya veréis la que voy a liar». Y la lió.
En quince minutos había marcado dos goles, uno a pase de «El Pirata» Granero desde la derecha, y otro a pase de Marcelo desde la izquierda. Detalles del «siete»: beso al anillo y recuerdo para el embarazo de Mamen, quinto (será niña), con la mano figurando la barriguita. Y segundo detalle, aún mejor: se fue a abrazar a Marcelo, sabedor de los diez días malditos que ha pasado el lateral tras lo sucedido en el partido de Sevilla.
Con los dos goles, Raúl se coloca a un solo tanto de los marcados por Alfredo Di Stéfano en la Liga española: 226 por la Saeta Rubia. Aún le quedan otros dos por arriba: 234 de Hugo Sánchez y 251 de Zarra. Según parece, Raúl les ha dicho a sus íntimos que quizás pueda alcanzar a Hugo Sánchez pero que lo de Zarra está complicado.
Cifras de escándalo
Las cifras de Raúl con el Madrid son de escándalo: seis Liga españolas, tres Copas de Europa, una Intercontinental, cuatro Supercopas, máximo goleador de la Liga española en dos temporadas (1998-99 y 2000-01), máximo goleador de la Liga de Campeones en otras dos (1999-00 y 2000-01), aparte de una cantidad enorme de galardones individuales.
En el descanso un vídeo del propio capitán recordaba su debut en Zaragoza, los más de 300 goles marcados y sobre todo su favorito, aquel aguanís que hizo en la Intercontinental para sellar la victoria blanca, una más.En el 36 de la segunda parte, cuando fue sustituido por Drenthe, la ovación fue tremenda.
La exhibición del capitán madridista fue presenciada por las altas instancias en un palco que había recobrado el brillo de antaño. Políticos, empresarios y deportistas de alta alcurnia: por ejemplo, Zinedine Zidane, que son palabras mayores.