Viernes , 27-11-09
Superados los respectivos compromisos de la Liga de Campeones, los jugadores del Barcelona y del Real Madrid ya se han metido de lleno en el clásico. Bajo el paraguas de dos conceptos futbolísticos diferentes, los actores manejan ante los medios de comunicación el factor psicológico con el fin de descargar presión. Suena a tópico. Pero es real. Los futbolistas saben que provocar una atmósfera favorable a sus intereses suele acarrear un buen resultado.
El primer pique del «puente aéreo» no se ha hecho esperar. Y lo han protagonizado dos pesos pesados. Dos capitanes. En la selección española. Y en sus respectivos clubes -en el caso del madridista con el permiso de Raúl, cada día más suplente, y del desaparecido Guti-. Casillas y Puyol. «Íker» y «Puyi». Dos referencias en el vestuario y para la grada.
El primero en abrir el «fuego dialéctico» ha sido el portero del Real Madrid. Acorralado por los periodistas en la búsqueda de una respuesta a la extraña ecuación mal juego-buen resultado-liderato en comparación del «Ferrari-Barcelona», el «1» siguió con la fábula. «Veo al Barcelona bien, pero por suerte le veo por el retrovisor. Es un equipo que juega bien al fútbol, que se equipara en números al Real Madrid. Seguro que va a ser un partido emocionante», señaló el jueves después del entrenamiento.
Las palabras idóneas para levantar ampollas en la caseta y en el entorno del Barcelona. Le tocó lidiar el toro a Puyol. No es hombre de levantar la voz. No le va el juego subterráneo que se maneja en los medios de comunicación. Le cuesta tirar de ironía, un contrapunto de la timidez.
Pese a su afán por no acaparar protagonismo, no pudo zafarse de la situación. No tiene cintura. Es defensa. Y tuvo que montar un análisis sobre la marcha. Le salió una reflexión apañadita. «Lo importante es el resultado. No vi el partido ante el Zúrich, pero ganaron. Cada uno tiene su estilo. Van líderes y es por algo. Ganan casi todos los partidos. ¿Que nos ven por el retrovisor? Yo no veo a nadie por delante porque no me fijo en ellos», aseveró.
También a Xavi, otro de los capos del Barcelona, le tocó mojarse en otros aspectos. Aprovechó su comparecencia en una video-conferencia promocional de un juego de fútbol para dejar sus reflexiones. Él si hurgó. Y lo hizo con un fino bisturí: «Ahora el Madrid es víctima de nuestro juego y nuestros logros. Se han gastado mucho dinero por nuestras victorias. De momento les va bien, porque están por encima de nosotros. Espero que el domingo no tengan ninguna opción».

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