El Mallorca salió vivo de Mestalla. Un partido práctico con más sombras que luces y un penalti innecesario de Bruno a siete minutos del final le permitieron al conjunto de Gregorio Manzano sacar un punto de su visita al Valencia. Los blanquinegros fueron mejores en la mayor parte del encuentro. Sólo unos minutos de descontrol tras la lesión de Silva en la primera mitad concedieron algo de posesión a los bermellones, pues el conjunto valencianista volvió locos a los jugadores baleares con los movimientos rápidos de los «bajitos», la velocidad y el descaro del equipo local, que mereció mayor suerte cara a puerta. Sólo Villa logró premio para aumentar su cuenta en la lucha por el «pichichi».

El Valencia jugó a sus anchas en el primer acto mientras David Silva pudo estar sobre el verde. Desde el eje que creó Banega los Mata, Pablo y Villa se aprovecharon de los pases del canario. Los blanquinegros se pasaron media hora achuchando al Mallorca y no estuvieron faltos de alternativas para marcar como sí de suerte para finalizar. Dominaron. Acosaron. Y probaron a Aouate. Estuvo bien el israelí.

Pero la lesión del mediapunta canario y un movimiento maestro de Gregorio Manzano -dio libertad al «Chori» Castro para que entrase por la banda de Mathieu, quien dejaba mucho espacio en sus internadas- descontrolaron a los valencianistas. César tuvo que intervenir en un par de ocasiones claras para evitar el tanto bermellón; Víctor tuvo la mejor ocasión, pero el de Coria salió a sus pies con decisión.

Un penalti innecesario

Villa hacía cara de que le faltaba algo al salir del túnel de vestuarios tras el descanso. El asturiano está lanzado en la carrera por el premio de máximo goleador. Habían pasado 45 minutos y no había celebrado nada. Poco más tuvo que esperar el «Guaje», quien aprovechó una jugada de estrategia en un córner para marcar el décimo de la temporada y adelantar al Valencia.

Desde ese momento los blanquinegros volvieron a apabullar a los mallorquines, que veían como los blanquinegros les llegaban por todas partes. Mata, Joaquín -su lanzamiento se fue al palo después de empalmar un balón preciso de Pablo- y Pablo de manera consecutiva pudieron acabar de destrozar a los de Manzano, pero de nuevo les faltó ajustar la mirilla.

Por «h» o por «b» el fútbol devuelve, en ocasiones, estas faltas de acierto con un castigo. Con el partido controlado, defendiendo bien y casi celebrando la quinta victoria consecutiva y su asedio a Barcelona y Madrid, Bruno cometió un penalti innecesario sobre el «Chori» Castro. Ante la cal de la marca de la pena máxima Borja Valero no dudo y firmó el empate final.

El Valencia mereció más, los tres puntos, pero ahora les tocará analizar aquello del que perdona la paga. La suerte es que no perdió el total de los puntos en juego gracias al décimo tanto del «Guaje» en la presente temporada.