Actualizado Miércoles , 10-02-10 a las 11 : 39
¿Alguien dijo alguna vez que el baloncesto es cosa de altura? No lo fue para él, para Tyrone Bogues, el jugador más bajo de la historia de la NBA. Con tan sólo 1,60 metros de estatura y 62 kilos, «Muggsy» –por el popular personaje televisivo– jugó 14 temporadas en la mejor liga de baloncesto del mundo, rodeado de mastodontes, supliendo su carencia de centímetros con excesos de inspiración: «Para mí no es ningún “hándicap”, ya que estoy acostumbrado a jugar entre gigantes. Además, en una ocasión hasta logré ocho rebotes en un mismo partido. Eso no me preocupa lo más mínimo», dijo durante el Mundobasket de 1986, donde acudió como integrante de la selección de Estados Unidos, junto a jugadores de la «talla» de David Robinson, Brian Shaw o Steve Kerr.
Durante los 14 años que estuvo en activo, entre 1987 y 2001, el pequeño Tyrone fue la autentica atracción de los campos cuando saltaba a la pista, ya fuera con Washington Bullets, Golden State Warriors, Toronto Raptors o, sobre todo, Charlotte Hornets, donde dirigió el juego durante 10 temporadas.
Allí se consagró como uno de los jugadores más rápidos sobre la cancha, un grandísimo pasador y un excepcional robador de balones, promediando 11,2 puntos por partido. Junto a Alonzo Mourning y Larry Johnson, Bogues convirtió a los Hornets en uno de los equipos más populares de la NBA y en un eterno aspirante en los playoffs… y a él en uno de los jugadores más importantes de la historia de la franquicia.
En Charlotte estableció unos cuantos records: minutos jugados (19.768), robos de balón (1.067), asistencias totales (5.557) y asistencias por partido (8,7). Además, consiguió el máximo número de asistencias de la historia de la franquicia en un solo partido, 19, que no fue batido hasta el año 2007 por Chris Paul, ya con el equipo ubicado en Nueva Orleans.
«Ser figura de la NBA midiendo 1,60 es una hazaña que sólo está al alcance de un deportista genial como Muggsy Bogues», podía leerse en ABC, el 2 de enero de 2000, junto a una fotografía en la que el entonces jugador de Toronto protagonizaba un forcejeo con Shawn Bradley, de 2,29 metros de altura, «más propia del bombero torero que de la liga profesional estadounidense».
Unas peleas a las que ya estaba acostumbrado desde sus tiempos del instituto en Baltimore, donde fue compañero de otros futuros NBA como David Wingate, Reggie Williams y Reggie Lewis. Después jugó durante cuatro años en la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte (la misma que Chris Paul), donde promedió 11,3 puntos, 8,4 asistencias y 3,1 robos por partido en su tercer año.
Estadísticas que consiguió mejorar en su cuarto año: 14,8 puntos, 9,5 asistencias, 3,9 robos y… ¡3,8 rebotes por partido! Aquellos números y su enorme carisma sobre el parqué le catapultaron a la posición duodécima del “draft” de 1987, de donde salió una generación de mucho talento: David Robinson, Reggie Miller, Scottie Pippen, Kevin Johnson
Cuando el jugador más bajo que jamás haya pisado una cancha en la NBA fichó por Washington Bullets en su primera temporada, fue compañero ni más ni menos que del por aquel entonces jugador más alto de la historia de la liga: Manute Bol… ¡de 2,31 metros! Cosas del destino.
«Bajito pero matón», podía leerse en ABC en enero de 2000 sobre una foto de Muggsy defendiendo a Shawn Bradley (2,29 metros), uno de los grandes taponadores de la historia de la NBA. Y así fue durante toda su carrera… bajito, pero matón.

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