La funcionaria segoviana de la UE estaba en la cuarta planta del edificio de la ONU desplomado. Equipos chinos lideran contrarreloj las tareas de rescate en el lugar, del que habrían sacado a personas con vida. Su marido y su hijo no pierden la esperanza.
Actualizado Miércoles , 10-02-10 a las 13 : 06
Jose y Bruno, marido e hijo de Pilar Juárez respectivamente, llevan 24 horas sin noticias de esta funcionaria segoviana del Servicio Exterior de la Comisión Europea destinada en Haití, que encabeza la lista de españoles desaparecidos en el seísmo caribeño. Fuentes cercanas a la familia han explicado a abc.es que dan por hecho que Pilar se encontraba en una reunión de trabajo en la cuarta planta de la sede de las Naciones Unidas en el momento de la sacudida. El edificio, un antiguo hotel muy conocido en Puerto Príncipe, se desplomó con el terremoto. Catorce funcionarios de la ONU han sido encontrados muertos, y equipos de rescate chinos trabajan contra el reloj en el lugar para rescatar a los dos centenares de personas que se calcula había en este viejo hotel de siete plantas. Fuentes de la Comisión estiman que aproximadamente un 20 por ciento de los que estaban en el edificio en el momento del terremoto -aquellos que se encontraban en el primer piso- consiguieron salir y salvarse. Entre el 80 por ciento restante figura Pilar.
Las réplicas de la tragedia llegaron de inmediato a Bruselas en forma de un frenético intercambio de correos, mensajes y llamadas entre colegas de la Comisión y amigos de Pilar, que dejó su puesto en Bruselas para trabajar varios años en la Delegación de la Comisión Europea en Nicaragua, antes de ser trasladada hace unos meses al país más pobre del continente americano. Vitalista como pocos y comprometida desde siempre, en lo vital y en lo profesional, con la suerte de los más desfavorecidos, Pilar participaba probablemente en alguna de las múltiples reuniones de coordinación en las oficinas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Tras visitar a pie de ruina el edificio que alberga todavía a su mujer y madre, a Jose y Bruno se les ha impedido continuar dentro del perímetro y han optado por volver a casa -a su "siempre cuartel general", explica un amigo muy cercano, conocedor del espíritu hospitalario y festivo de la familia-, donde esperan con una asombrosa entereza que Pilar aparezca con vida.

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