
Javier Rojo: la Iglesia vasca debe estar «en su papel» y la política «en el suyo»
Por su parte, el presidente del Senado, Javier Rojo, en una entrevista concedida a Ep, afirmó que la Iglesia vasca debe estar «en su papel» y la política «en el suyo». Preguntado por las críticas que ha recibido Munilla, del que el presidente del Congreso dijo que es «muy de derechas», Rojo recordó que la Iglesia vasca fue un «instrumento contra el franquismo», pero que en el resto de España formaba «parte del régimen».
El nuevo obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, aseguró en declaraciones a la Cadena Ser que «existen males mayores» que los que están sufriendo en Haití y añadió que «deberíamos llorar por nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida».
También recomendó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que evite acercarse a tomar la Comunión por la ley del aborto que ha presentado el Ejecutivo y que se encuentra en tramitación parlamentaria.
También recomendó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que evite acercarse a tomar la Comunión por la ley del aborto que ha presentado el Ejecutivo y que se encuentra en tramitación parlamentaria.
Monseñor Munilla opinó que, más allá de las políticas del Gobierno, actualmente la Iglesia católica es víctima de un «anticlericalismo» que alcanza a la sociedad y a algunos medios de comunicación.
En cuanto a su comentada designación al frente de la Diócesis de San Sebastián y al documento firmado por el 77 por ciento de los sacerdotes guipuzcoanos mostrando su disconformidad al respecto, el nuevo obispo restó importancia a este asunto y aseguró no sentirse rechazado.
«Yo no me siento rechazado», aseguró monseñor Munilla, si bien después reconoció que esta imagen de la Iglesia ha sido «un mal ejemplo». Así pues, anunció que entrará en contacto con cada uno de los sacerdotes de Guipúzcoa. «Tengo que emplear muchos esfuerzos en las relaciones personales», añadió. «Las expectativas eran que fuera otro y las mías continuar en Palencia, pero hay que confiar en el Papa».
