La comisión de seguimiento del diálogo social volverá a reunirse esta tarde después de que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, rompiera negociaciones

Los grandes temas, pendientes
Negociación de los convenios
Todas las partes coinciden en que los convenios colectivos están desfasados, pero cada uno defiende distintas modificaciones, por lo que este asunto tardará en resolverse.
Modelo único de contrato
Existen una veintena de contratos distintos, con diferentes indemnizaciones por despido. Gobierno y agentes sociales quieren simplificarlos, pero mientras la patronal quiere abaratar el despido, el Ejecutivo y los sindicatos lo rechazan.
Rebaja de las cotizaciones
La patronal insiste en que es necesario un recorte de las cotizaciones a la Seguridad Social. Los sindicatos se oponen en redondo y el Gobierno admitiría una rebaja de hasta 1,5 puntos.
Flexibilidad interna de las empresas
Sindicatos y patronal comparten la idea de que se aumente la flexibilidad en el seno de las empresas, aunque con importantes matices, lo que conllevaría la modificación del Estatuto de los Trabajadores, que no se toca desde hace 20 años.
Miércoles
, 20-01-10
La comisión de seguimiento del diálogo social volverá a reunirse esta tarde después de que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, rompiera las negociaciones el pasado 24 de julio. A este encuentro asistirán el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, y los habituales equipos de trabajo de CEOE, Cepyme, UGT y CC.OO. También será el debut del recién nombrado director del gabinete para el diálogo social, con rango de secretario general del Ministerio, Alfonso Morón.
Tripartita o bipartita
Esta reunión será tan sólo una primera toma de contacto entre las tres partes, en la que se podría definir el calendario de trabajo y los temas a discutir. Lo primero que tendrán que aclarar todas las partes es si los próximos encuentros van a seguir siendo tripartitos (Gobierno, patronal y sindicatos) o, como quieren CC.OO., UGT y CEOE, sólo bipartitos (patronal y sindicatos).
En cualquier caso, Gobierno y agentes sociales se han visto obligados a reiniciar el diálogo social forzados por la grave situación que atraviesa nuestro mercado de trabajo -con cuatro millones de parados- y a pesar de que ambas partes mantienen sus diferencias, en algunos casos insalvables, en casi todos los temas.
Desde que arrancó el diálogo social en junio de 2008, el número de parados ha aumentado en 1,57 millones. De esa cifra, 360.000 se han registrado en los últimos seis meses, desde que Zapatero rompió las negociaciones.
Con este panorama, en el que se han disparado los desemplados menores de 25 años y los parados de larga duración, Gobierno y agentes sociales tratarán por todos los medios de alcanzar un acuerdo de mínimos en el primer trimestre del año que lave su deterioradas imágenes en esta crisis.
A la desesperada
El Gobierno trata a la desesperada de firmar algún acuerdo y para ello ha planteado que se discuta y se apruebe tema a tema. Y Corbacho ha puesto como ejemplo la aplicación del llamado «modelo alemán», que compagina la reducción de la jornada laboral con el cobro del subsidio de desempleo. El ministro entiende que se podría aprobar en pocas semanas, «ya que todos estamos de acuerdo».
Sin embargo, la patronal no quiere que se vayan aprobando temas sueltos, sino paquetes. En este sentido, en la CEOE creen que en el primer trimestre se podrían sacar adelante el mencionado «modelo alemán», la bonificación de los contratos a los jóvenes y parados de larga duración, y la trasposición de la directiva de la CE sobre las ETT.
Asuntos tan importantes como, por ejemplo, la reducción de las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social, el modelo único de contrato, la reforma de la negociación de los convenios colectivos y la flexibilidad interna de las empresas seguirán en el cajón de la mesa de negociaciones.
«Distorsiones»
Sobre esta reforma del mercado laboral, el presidente de la comisión de economía de la CEOE, José Luis Feito, aseguró ayer que la subida real de los salarios en los últimos dos años y el alto coste de los despidos explican que España sea el país de la UE que más empleo destruye, y aseguró que si no se corrigen estas «distorsiones» España estará condenada a una «destrucción masiva» de empleo en épocas de recesión, informa Ep. En un encuentro organizado por la APIE y la fundación Rafael del Pino, Feito indicó que «en cualquier otro país los salarios crecen mucho menos que la inflación, mientras que en España no sólo no se moderan, sino que suben mucho más de lo que crecen en periodos de bonanza».

