El presidente del Gobierno reconoce que la moneda única ha sido «un gran apoyo» para resistir la crisis
El presidente del Gobierno, en Davos / AFP
Austeridad en el gasto
El presidente aseguró que los europeos no querrían “ser más competitivos a costa de nuestra protección social”. “Debe quedar muy claro”, insistió, “queremos ser más competitivos y queremos nuestra protección”.
Adujo para ello que “Europa ha demostrado poder” combinar ambos aspectos “y ahora puede retomar el testigo” de la innovación en ese campom, pero aseguró que “la UE y la zona del euro, no van a renunciar a su modelo de bienestar, protección y cohesión social”.
A diferencia de su homólogo griego, Yorgos Papandreu, que aceptó que en su país las cosas se habían hecho mal en los últimos 3 años, el moderador de la sesión tuvo que insistir a Zapatero sobre una mayor concreción como gobernante, ante una recesión que no cesa. El presidente concedió que “se van a hacer reformas” y enumeró: “primero en austeridad del gasto” y reequilibrio de la hacienda pública, citando una reducción del gasto en un 4,5% del PIB, estimativamente unos 50.000 millones.
Anunció asimismo un plan para “modificar nuestras instituciones laborales, en terreno el terreno de la negociación colectiva, de la movilidad, de la contratación de jóvenes y parados no cualificados”, y dijo que explicará esto “en los próximos 15 días a la ciudadanía”. Además habló de un plan de reforma “del sistema de seguridad social”, para garantizar la caja pública a 20 años vista
Ante las críticas veladas a su propia gestión económica, hacia las cuales se muestra muy sensibilizado según fuentes cercanas, Zapatero quiso aprovechar para romper una lanza patriótica: “Desde que nos dejaron ser libres, y entrar en la UE”, dijo el presidente, España tendría “una hoja de cumplimiento de sus compromisos, de protección social y de su apertura económica al mundo” muy destacable en su opinión.
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El jefe del gobierno español ha reconocido hoy que la moneda única ha sido “un gran apoyo” para resistir a la crisis y ha prometido cumplir con los criterios : “Tenemos que cumplir y vamos a cumplir”, ha animado a todos.
José Luis Rodríguez Zapatero ha destacado como “una de las lecciones” que el euro y la EU pueden aportar “en tiempo de globalización y de la primera gran crisis”, es la “necesidad de una mayor coordinación y cooperación entre países”.
También ha apostado por mejorar la supervisión de los mercados, aspecto en el que ha recibido el respaldo del presidente del Banco Central Europeo Jean Claude Trichet.
Ante el cuestionamiento actual de la moneda única y la posibilidad de que la economía de miembros como Grecia o España pueda sobrecargar la maniobrabilidad de la moneda, Rodríguez Zapatero ha recordado que “nadie va a salirse del euro, ni de la Unión Europea”, bien al contrario, ha dicho, habría candidatos llamando a la puerta de ambos, “y va a seguir ampliándose”.
El presidente ha insistido en que la cooperación y la coordinación han sido la herramienta con la que “se construye la EU desde hace décadas”. La eurozona “ha dado estabilidad, nos ha permitdo encarar la crisis con postura unitaria”, posibilitar la supervivencia en los mercados financieros “y seguir siendo garante del pacto de estabilidad”, ha dicho obviando que ningún miembro de la eurozona cumplirá este año las condiciones el tratado de Maastricht.
El euro sería en este caso “un punto fuerte del apoyo recíproco”, Zapatero ha recordado que siempre ha habido agoreros sobre su futuro y ha aventurado que serían los mismos que ahora preanuncian su fin. “Cuando se pensó en el euro, hubo quien dijo que fracasaría, después que no duraría, después que a la primera crisis que fracasaría. Pero ha demostrado que “en etapas de crecimiento ha dado estabilidad macroeconómica, estabilidad de precios y facilitado la integración”.
“Y en época de crsis ha sabido resistir. No hay más que comparar cómo han aguantado los diferenciales” de los miembros de la eurozona con los de otros países. Ha pedido no obstante una mayor coordinación del BCE con el Eurogrupo, de ministros de Hacienda. “La moneda tiene que tener el mayor respaldo político”, ha concluido.

