España tiene el despido más caro de entre catorce países de la órbita europea, muchos de ellos más avanzados en cuanto al estado social se refiere, como Dinamarca, Alemania o los Países Bajos. Para un trabajador de 40 años con diez de antigüedad en la empresa y un salario bruto anual de 35.000 euros anuales, la indemnización media en nuestro país es de 43.150 euros, frente a los 26.250 euros que se paga por ese mismo trabajador en Bélgica o los 11.666 que abona la empresa en Dinamarca, el paraíso de la «flexiseguridad».

Esto se desprende de un estudio realizado por un bufete de abogados laboralistas de toda solvencia, que revela el desequilibrio en este aspecto entre España y el resto de países, tal y como han denunciado en sucesivas ocasiones la patronal u otras instituciones como el Banco de España.

En Reino Unido, por ejemplo, el máximo de indemnización por despido puede llegar a los 76.092 euros, pero entra en juego otra variable que es la compensación por lucro cesante (se analiza el tiempo que puede tardar el trabajador en volver a ser recolocado). Respecto a otro país de estructura económica similar al nuestro, Portugal, su indemnización por despido es la mitad: 25.000 euros para el mismo trabajador medio del que estamos hablando.

Las indemnizaciones más bajas se pagan en República Checa (8.750 euros) y en Grecia, donde puede variar entre 7.500 y 15.000 euros.

De las tramitaciones más rápidas

Eso sí, en cuanto a procedimiento y, en contra de lo que mucha gente piensa, los plazos son mucho más cortos en nuestro país que en otros.La media de duración del procedimiento en España es de tres a seis meses, algo sólo superado por Reino Unido. En otros sitios, como Suiza, Países Bajos o Grecia, el proceso dura entre medio año y un año. En algunos Estados, como Portugal, el proceso se puede eternizar: de tres a cinco años.