«Gracias a Obama el mundo va a dar otra oportunidad a América»
El actor Willem Dafoe /ABC
Actualizado Martes , 02-03-10 a las 16 : 42
Después de haberlo hecho todo en cine y en teatro, y acabando de cosechar importantes éxitos en Broadway y a las órdenes de Lars von Trier en «Antichrist», Willem Dafoe nos sorprende coprotagonizando junto a Ethan Hawke «Daybreakers», una peli de vampiros...muy especial. Sus directores, los hermanos gemelos y australianos Spierig, han querido dejar claro que lo suyo no tiene nada qué ver con la saga de «Crepúsculo». En un mundo donde los vampiros son el 95% de la población y se sirve sangre en los Starbucks, Dafoe encarna a un exvampiro rebelde que lucha por reextender la humanidad y la libertad...y que se hace llamar Elvis. Guau.
-Últimamente usted se nos presenta más bañado en sangre que nunca. ¿Cómo ha sido el viaje de «Antichrist» a «Daybreakers»?
-Bueno, no ha sido un viaje cronológico, Antichrist vio la luz muy poco después de rodarse, Daybreakers ha tenido una postproducción mucho más larga, debido a los efectos especiales...Los hermanos Spierig se toman los efectos especiales de una manera muy personal, entonces les lleva mucho tiempo hacerlos. También creo que debido a la enorme popularidad que han adquirido las películas de vampiros estos directores han querido ser muy cuidadosos, distinguirse mucho de lo que hacen los demás...
-Vamos, que querían dejar claro que esto no es de la saga de «Crepúsculo».
-Sí, incluso eligiendo el momento en que la película salía, buscando que el público estuviera lo más preparado posible para captar la diferencia.
-Con todos los matices que haga falta, ¿cómo se explica usted esta sed de sangre de las audiencias, este apetito insaciable por las historias de vampiros?
-Creo que es algo que viene en oleadas. Por supuesto cuando se ve que algo funciona Hollywood salta sobre la oportunidad y hace todas las películas de ese estilo que puede. Si se analiza con cuidado el mito del vampiro se ve que es muy versátil, muy flexible. Funciona de muchas maneras distintas. Podemos discutir sobre ello pero bueno, no hace falta entenderlo para que funcione.
-¿Por qué aceptó usted exactamente este papel?
-Me di cuenta de que hacer esta película iba a ser muy divertido. Normalmente en este tipo de películas el trabajo del actor no es tan interesante. Pero estos directores, los hermanos Spierig, se aproximaron a mí de una manera que me convenció. La historia era fresca, innovadora, inteligente...y sí, divertida. Por supuesto sigue siendo una película con mucha sangre y muchas escenas terroríficas, pero hay una inteligencia en ella que la hace muy interesante. Y mi personaje, Elvis, tiene un punto ingenuo pero a la vez un lado muy de ir a su bola que me encanta, es bastante cool, me encanta cómo su estética se sale de lo normal y es la más personal de la película, cómo customiza su coche, etc. Me gusta cómo da la nota.
-¿Elvis es una especie de héroe punk?
-Un poco. Aunque más bien sería pre-punk, con una estética tipo Grease, muy de los años cincuenta: la ansiedad de la guerra fría, la clase obrera engominada, el nacimiento del rock. Sería más bebop que punk, sí. Por eso se llama Elvis.
-La verdad es que usted siempre se las arregla para coger personajes lisa y llanamente increíbles y hacerlos muy creíbles. ¿Cómo ha trabajado en ello esta vez?
-¿La verdad? No lo sé. Cada vez tengo que volver a empezar a encontrar mi camino para hacerlo. Cada vez es un camino nuevo. Cada vez es una primera vez. Cada vez te pones nervioso preguntándote si conseguirás hacerlo. Por suerte ahora ya lo he hecho bastantes veces como para saber que siempre es así, que ponerse nervioso es una reacción normal, una fase del proceso. Yo creo que ayuda no tener una idea demasiado preconcebida de lo que tratas de expresar sino simplemente estar tratando de hacer algo, de llegar a alguna parte. Ponerte al servicio de la historia. De una especie de integridad poética que subyace en el hacer cine. Yo intento eso.
-Usted fue actor de teatro experimental con el mítico The Wooster Group de Nueva York. ¿Echa de menos aquella intensidad?
-Siempre me gusta volver al teatro, hace poco lo he hecho en Broadway y ha sido fantástico. The Wooster Group fue muy importante para mí, fue mi compañía por más de veinticinco años, pero por suerte había vida más allá. Lo dejé por motivos personales y porque todo evoluciona y sigue su curso.
-¿Cómo es la experiencia de trabajar con un actor mucho más joven y tan guapo como Ethan Hawke? ¿Hay rivalidad entre los actores atractivos, como parece que sí la hay entre las actrices?
-No.
-¿Nunca? Venga.
-De verdad yo creo que es muy diferente. A mí la rivalidad en escena no me interesa. Hay actores que se sienten motivados por la competición, pero no es mi caso.
-¿Y qué pasa con el fuerte ego de los actores?
-Podemos tener un ego fuerte, pero resulta que las mejores cosas ocurren cuando colaboras, no cuando compites. Además cuando actúas de verdad desapareces, entonces, ¿dónde queda tu ego? Sin duda el ego es necesario, pero para hacer algo como actor, tienes que trascenderlo. Y con las comparaciones se pierde una gran cantidad de energía.
-¿Pero cómo es la relación de un actor con su cuerpo? Por ejemplo, ¿usted cómo lleva la edad?
-Bien. Con los años me he vuelto más calmado. Me siento más yo mismo.
-¿Más sabio? ¿Más feliz?
-No sé si más feliz, pero sí más receptivo y más flexible. Y creo que esas dos cosas son muy importantes para un actor. Aprender a dejar de empujar y en cambio dejarte llevar por la ola. Aprender a estar preparado cuando llega. Cuando yo era más joven estaba más en tensión y más pendiente de mis objetivos. Era más ambicioso y más empecinado, más en plan, tengo que hacer esto como sea...Menos capaz de esperar que las cosas buenas simplemente ocurran...
-Simplificando, ¿podríamos decir que de joven era usted más vampiro y menos humano?
-Puede (se ríe).
-Usted de pequeñito se llamaba William, que es Guillermo en inglés, y se cambió el nombre por la versión holandesa, Willem. Tengo entendido que era para que no le pudieran llamar Bill...
-Willy.
-¿Y por qué es tan terrible que te llamen Willy?
-No es terrible, en realidad es un nombre que me gusta, que me parece bonito...Algunos amigos me llaman así...Por desgracia no es un nombre que funcione muy bien en Inglaterra, porque, ¿sabe usted lo que significa Willy allí?
-Pues no. ¿Qué significa?
-Pene.
-¿Pero cuántos miles de palabras hace falta que signifiquen eso en inglés?
-Este es uno de los grandes problemas con el inglés, sí. Pero en serio, me gustan los apodos.
-Hablemos de política, que parece que vuelve a estar más de moda que nunca en Hollywood. ¿Cuán feliz es usted con el presidente Obama?
-Yo creo que cuando Obama ganó las elecciones pasó algo increíble, algo muy importante. Durante los años de Bush América quedó muy aislada, muy atrapada en sí mismo. Con la llegada de Obama gente de todo el mundo va a dar a América otra oportunidad. Además su victoria manda el mensaje de que algo así puede pasar en otras partes del mundo.
-Yo no estoy tan segura de eso, con todos sus defectos la sociedad norteamericana es mucho más abierta que otras...
-Pero esto parecía que no podía ocurrir, y ocurrió. Ocurrió. Y las relaciones entre razas cambiaron de la noche a la mañana. Y ese es un mensaje maravilloso para todo el mundo: que estas cosas pueden ocurrir. Y tú puedes ser cínico o puedes estar descontento, puedes quejarte de que Obama no está haciendo todas las cosas que dijo que haría, pero lo cierto es que se ha producido un gran cambio. Un cambio histórico. Y puede ocurrir en otras partes.
-Varios actores cuentan y no acaban historias de terror después de trabajar con Lars von Trier. ¿Cuál es la suya?
-Yo le adoro. Creo que es un gran cineasta y disfruté mucho trabajando con él. Lo cual no significa que sea fácil. De vez en cuando él puede hacer cosas que parecen estúpidas...
-¿Por ejemplo?
-A él le gusta mucho a veces adoptar un comportamiento transgresor, tratar de provocarte...Pero si tú ves su juego y te lo tomas con calma todo está bien. Yo creo que a Lars hay que dejarle ser Lars. Porque cuando Lars siente que puede ser Lars, entonces puede hacer cosas fantásticas.
-¿Le considera usted un misógino?
-No. Me parece absurdo que se diga esto de un director que en el centro de sus grandes historias casi siempre tiene un personaje femenino muy importante y que además se identifica mucho con las mujeres.
-Completamente de acuerdo.

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