El crack marcó los cuatro goles de su equipo

AFP | Messi marca, de vaselina, su tercer gol
| Barcelona | Arsenal |
|---|---|
| 4 | 1 |
Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Milito, Abidal (Maxwell, min.53), Sergio Busquets, Xavi, Keita, Pedro (Iniesta, min.86), Bojan (Touré, min.56) y Messi.
Arsenal: Almunia; Sagna, Vermaelen, Silvestre (Eboué, min.63), Clichy, Denilson, Diaby, Walcott, Nasri, Rosicky (Eduardo, min.73) y Bendtner.
Goles: 0-1: m.18: Bendtner, 1-1: m.21: Messi, 2-1: m.37: Messi, 3-1: m.42: Messi, 4-1: m.88: Messi.
Árbitro: Wolfgang Stark (GER). Mostró tarjeta amarilla a Denilson (min.31), Rosicky (min.45) y Eboué (min.67).
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 93.330 espectadores, unos 5.000 de ellos seguidores del Arsenal.
Miércoles
, 07-04-10
La historia se repite, pero es tan bonita que uno no se cansa de contarla al detalle las veces que haga falta. No hay mayor privilegio que disfrutar de Leo Messi y de su fútbol inmortal, capaz por sí solo de colocar al Barcelona en semifinales de la Champions después de conmover a medio planeta con una exhibición descomunal.
El Arsenal cometió la osadía de perturbar al Barça y Messi se enojó con tan mala suerte para los ingleses, entregados a un jugador que va camino de leyenda si es que no lo es a sus 22 años. El Santiago Bernabéu -la final del 22 de mayo- está únicamente a dos paradas y el entorno vibra, impaciente porque llegue el clásico cuanto antes para no perder el estado de gracia en el que se ha instalado este equipo eterno.
El Arsenal cometió la osadía de perturbar al Barça y Messi se enojó con tan mala suerte para los ingleses, entregados a un jugador que va camino de leyenda si es que no lo es a sus 22 años. El Santiago Bernabéu -la final del 22 de mayo- está únicamente a dos paradas y el entorno vibra, impaciente porque llegue el clásico cuanto antes para no perder el estado de gracia en el que se ha instalado este equipo eterno.
Es inevitable personalizar, pero es que la gloria azulgrana se escribe a través de una figura gigantesca que apenas levanta 169 centímetros del suelo. Siempre tiene el día, al menos en las citas importantes, y anoche enchufó a un Barcelona que tuvo 20 minutos de espesura e incluso se llegó a temer por la caída del mito. Aunque tenía la velada controlada, secuestrado el balón por dejadez de un Arsenal que antepuso la estaca al estilismo que propone Wenger, el Barça se llevó un chasco monumental cuando Bendter adelantó a los visitantes en una jugada precedida por una entrada de Diaby a Márquez que debió ser cobrada como falta.
Enmudeció el Camp Nou de forma inquietante, aunque la agonía duró poquísimo, dos minutos para ser exacto. Fue cuando Messi quiso ser celestial y regaló una entrega de goles para engordar la videoteca, que necesita reformas ya que se queda pequeña. El primero, por la escuadra; el segundo, pícaro al recoger la pelota en el área con más rapidez que nadie; el tercero, una vaselina sublime; y el cuarto, a bocajarro. Gracias por existir, Messi. Da la felicidad a cualquiera que ame este deporte.
Enmudeció el Camp Nou de forma inquietante, aunque la agonía duró poquísimo, dos minutos para ser exacto. Fue cuando Messi quiso ser celestial y regaló una entrega de goles para engordar la videoteca, que necesita reformas ya que se queda pequeña. El primero, por la escuadra; el segundo, pícaro al recoger la pelota en el área con más rapidez que nadie; el tercero, una vaselina sublime; y el cuarto, a bocajarro. Gracias por existir, Messi. Da la felicidad a cualquiera que ame este deporte.
Mermadísimo por las bajas, huérfano de cerebro con la ausencia de Cesc, el Arsenal aterrizó milagrosamente con vida en Barcelona después del baile del Emirates, un hecho paranormal si se atiende a lo visto en el primer acto de aquel miércoles. La principal diferencia si se comparan los dos duelos es que en la ida no estuvo tan fino el extremo argentino y en la vuelta Almunia fue terrenal, superado sin que se le pueda reprochar absolutamente nada al portero español.
El Barça se sobrepuso también a sus jugadores caídos y cumplió con holgura en la retaguardia con el tándem Márquez-Milito, sobrios y experimentados ambos para anular a Nasri, Rosiccky o Walcott, decepcionante otra vez el correcaminos jugando de inicio. Regresó Abidal para lesionarse otra vez y la referencia arriba fue Bojan, demasiado tierno ante un partido de tal calibre. Sin embargo, sirve la titularidad del canterano para que Henry se dé por aludido, pues se percibe que ya no pinta nada.
Sobró el segundo tiempo ya que se resignó el conjunto inglés y ahorró fuerzas Guardiola, pendiente de lo que le viene el sábado y satisfecho por salvar el partido más importante del año. Hasta el clásico, que se presenta apasionante.
