El Fondo Monetario Internacional, frente a las reticencias expresadas por grandes países europeos como Alemania, confirmó ayer que está pisando el acelerador para empezar a facilitar lo antes posible la ayuda solicitada por el gobierno de Grecia para evitar el impago de sus deudas. Según indicó el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, "desde que hemos recibido la solicitud, nuestras conversaciones se han acelerado y tengo la confianza de que terminaremos a tiempo para satisfacer las necesidades de Grecia".

El gobierno heleno ha indicado que dispone de suficientes fondos para satisfacer sus obligaciones hasta finales del mes de abril. Pero no podrá hacer frente en el mes de mayo a una serie de vencimientos de su deuda pública por valor de 9.000 millones de euros. Sin entrar en detalles, Strauss-Kahn ha intentado lanzar un mensaje tranquilizador: "Los ciudadanos de Grecia no deben temer al FMI. Estamos para ayudar".

Al hilo de la cumbre del Fondo Monetario celebrada en Washington, la Administración Obama a través del Departamento del Tesoro ha expresado su respaldo a la solicitud de ayuda griega por un valor de 45.000 millones de euros. En contraste, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, indicó en un artículo publicado ayer que "ni la Unión Europea ni el gobierno de Alemania han tomado todavía una decisión, lo que significa que la respuesta puede ser positiva o negativa". Con reiteradas exigencias de un "duro programa de reestructuración" como "prerrequisito absoluto e inevitable".

Durante las negociaciones en Washington, el ministro de finanzas griego insistió ayer en que para primeros de mayo espera contar con un plan de rescate integral, a tres años y con condiciones. George Papaconstantinou descartó que su país vaya a reestructurar su deuda pública o tenga que salir de la zona euro. Con advertencias de que aquellos especuladores que apuesten contra Grecia van a terminar perdiendo "hasta la camisa".