Seguramente no era la situación que ninguno de los dos hubiera imaginado, pero los hechos se han ido desarrollando de tal manera que en estos momentos la situación se podría calificar, como poco, de delicada. Me explico. Tras cinco años de noviazgo -con sus idas y algunas venidas-, la ex Miss España y el tenista más atractivo de las canchas se acaban de enterar hace apenas dos semanas que van a ser padres. La noticia, que podría ser feliz y dichosa para ellos, se ha convertido en un auténtico problema, dado que la pareja atraviesa actualmente la que puede ser la crisis más seria de su relación y algunos hablan hasta de la definitiva.

Según cercanos a María José Suárez, fue durante su estancia en Dubai, junto a otra pareja de amigos, cuando se quedó embarazada. Este invierno habían vivido distanciados una temporada pero hubo reconciliación y vuelta a empezar. Según esos datos María José estaría embarazada de casi dos meses, aunque fue hace algo más de diez días cuando se enteró de la buena nueva.

Por su parte, Feliciano López, que ayer regresó a Madrid tras participar en el torneo Conde de Godó, no quiere hacer ningún tipo de declaración y cuentan amigos comunes que está muy molesto con la situación, que cuando se enteró de que María José esperaba un bebé habían vuelto a romper y que ahora está bastante preocupado por todo y muy lejos de su ex novia, quien tampoco quiere aclarar nada aunque me consta que vive su embarazo con un sentimiento agridulce en cuanto a que a sus 35 años está ilusionada por su maternidad pero también dolida por cómo se están desarrollando los hechos y confusa por su futuro con el tenista. Lo que ocurra en los próximos días o semanas será decisivo, pero fuentes del entorno me insisten en que Feliciano asumirá sus responsabilidades cuando llegue el momento sin que eso signifique que haya nueva reconciliación. Ya veremos.