La herramienta digital «ahorra» a líderes políticos y celebrities salir con alguna imperfección en algún retrato, campaña electoral o imagen para la posteridad

Algunos personajes «retocados»
Actualizado
Miércoles
, 05-05-10 a las 08
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Es un clásico ya de nuestras vidas. No podemos ver una portada de una «celebrity» impresionante sin pensar en que sus arrugas habrán sido retocadas con el imprescindible mecanismo digital del Photoshop. Esta herramienta no es pasto único del gusto de las revistas del «cuore» o de los personajes de la farándula. Cada vez con mayor profusión, campañas políticas y retratos oficiales se asientan en el uso de este programa informático para lograr resultados impecables o, simplemente, para no repetir la misma foto una y otra vez hasta que se consigue el resultado deseado.
Los ejemplos son sobradamente conocidos. No descubrimos nada diciendo que en la última campaña de Don Manuel optando a su reelección tras 16 años aposentado como jefe de la Xunta gallega se utilizó el Photoshop en el cartel. Con esa retranca que le caracteriza, el presidente fundador del PP advirtió, frente a las críticas por el «abusivo» retoque que se contemplaba en su imagen (que puedes ver adjunta a estas líneas), que no es que las fotos hubiesen sido «retocadas», sino que estaban «hechas por un buen fotógrafo». Tanto fue así que Manuel Fraga puso a disposición de los periodistas que cubrían información política un «pequeño vídeo» con el «making off» de cómo se gestó el cartel.
Los ejemplos son sobradamente conocidos. No descubrimos nada diciendo que en la última campaña de Don Manuel optando a su reelección tras 16 años aposentado como jefe de la Xunta gallega se utilizó el Photoshop en el cartel. Con esa retranca que le caracteriza, el presidente fundador del PP advirtió, frente a las críticas por el «abusivo» retoque que se contemplaba en su imagen (que puedes ver adjunta a estas líneas), que no es que las fotos hubiesen sido «retocadas», sino que estaban «hechas por un buen fotógrafo». Tanto fue así que Manuel Fraga puso a disposición de los periodistas que cubrían información política un «pequeño vídeo» con el «making off» de cómo se gestó el cartel.
La «cantada» de Obama en la reunión de las Naciones Unidas: 130 fotos igualesLa misma clave de humor a la que -suponemos- se aferraría Barack Obama al ver el vídeo que reproducimos a continuación. Hace unos meses se hicieron muy populares unos vídeos y animaciones donde se unían fotos de una misma persona y en todas ellas aparece con idéntico gesto, sin que mute ni la pupila de los ojos ni la expresión ni la posición de la figura. En el caso del presidente estadounidense, fue flagrante cómo Eric Spiegelman se percató de que la sonrisa «profident» de Obama no variaba ni un ápice, en 130 fotos captadas en la última reunión de Naciones Unidas. Uno tras otro, van pasando líderes y dirigentes internacionales sin que mute la faz sonriente del afroamericano ni la posición perfecta del traje oscuro o la corbata granate rayada en blanco. Un montaje que le ahorraría, sin duda, el disgusto de verse imperfecto en algunos de los posados.
Aunque esta no es la primera vez que el carismático presidente ha contemplado los beneficios del retoque. La revista «The Washingtonian» publicaba en 2009 una imagen del presidente con un bañador rojo, con unos abdominales bien marcados y una piel tersa. El resultado habría sido un éxito, de no ser porque la fotografía real salió a la luz y mostraba a Obama con un bañador negro, un color que no resaltaba tanto su tono de piel ni su anatomía.
Líderes europeos con una buena «capa» de Photoshop
El presidente francés Nicolas Sarkozy protagonizó uno de los retoques más comentados del verano de 2007. La revista «Paris Match» publicó unas imágenes del presidente remando en una barca, con el torso al descubierto... y sin el original michelín que poco tiempo después reveló la publicación de la fotografía real.
También el Príncipe Guillermo de Inglaterra ha recurrido a la «gracia digital». El pasado mes de febrero la revista «Hello!» publicó una portada dedicada al heredero, eso sí, con más pelo y más oscuro. Y es que la considerable pérdida de cabello del futuro rey ha sido muy comentada en las publicaciones de tinte «rosa».
Pero los retoques no son solo cosa de hombres. La canciller alemana Angela Merkel tuvo la suerte de ver cómo desaparecían unas incomódas manchas de sudor en un glamouroso vestido rosa claro en un acto oficial. Otro de los ejemplos que revolucionó la prensa de todo el mundo fue la imagen de la ministra francesa Rachida Dati, cuyo «glamour» fue retocado por «Le Figaro». El periódico decidió recurrir al Photoshop y eliminar un espléndido anillo de Chaumet (valorado en unos 15.000 euros) que Dati lucía en su mano izquierda. El retoque fue durante unos días la comidilla de la prensa gala.
Capítulo aparte merece la utilización vía Photoshop de una fotografía de Gaspar Llamazares por parte del FBI para realizar un retrato robot del nuevo aspecto que podría tener uno de los delincuentes más buscados del mundo, Osama Bin Laden.
Con todo esto, en países como Francia, Alemania y Gran Bretaña se plantean la posibilidad de poner límites al Photoshop, e incluso la diputada francesa Valérie Boyer, del partido de Sarkozy, llegó a proponer que las fotos retocadas adviertan de su transformación, como si fueran un medicamento con efectos secundarios. Según Boyer, la alteración de las fotografías puede conducir a cánones de belleza «falsos» que pueden traer muchos problemas a los adolescentes.
Pues bien, el uso de la misma maquinaria perfeccionista por parte de la Casa Real ha sorprendido en los últimos tiempos, cuando en una postal navideña faltaba un miembros de la familia y se le «adjuntó» colocando un retrato ajeno a la instantánea para que en la estampa no faltase nadie. Ayer, se dieron a conocer los nuevos retratos oficiales de los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, capturadas por el objetivo del prestigioso fotógrafo Dany Virgili. Es obvio que la fotografía del Príncipe, posando con los uniformes de los Ejércitos de Tierra, Aire y de la Armada, es la misma, a la que con el mecanismo digital le han vestido los tres uniformes diferentes a la misma expresión gestual, en la que sale favorecido. Al final, parece que «celebrities», políticos y el común de los mortales queremos lo mismo: salir bien en nuestras imágenes para la posteridad.
Pues bien, el uso de la misma maquinaria perfeccionista por parte de la Casa Real ha sorprendido en los últimos tiempos, cuando en una postal navideña faltaba un miembros de la familia y se le «adjuntó» colocando un retrato ajeno a la instantánea para que en la estampa no faltase nadie. Ayer, se dieron a conocer los nuevos retratos oficiales de los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, capturadas por el objetivo del prestigioso fotógrafo Dany Virgili. Es obvio que la fotografía del Príncipe, posando con los uniformes de los Ejércitos de Tierra, Aire y de la Armada, es la misma, a la que con el mecanismo digital le han vestido los tres uniformes diferentes a la misma expresión gestual, en la que sale favorecido. Al final, parece que «celebrities», políticos y el común de los mortales queremos lo mismo: salir bien en nuestras imágenes para la posteridad.