La compañía de automóviles irrumpió a principios de los 50 en la vida del españoles para saciar su hambre de coche y ahora cumple 60 años entre los achaques propios… de la crisis
Seat entra en la tercera edad
Imagen del Seat 600 en 1961 | TEODORO NARANJO
Actualizado Miércoles , 12-05-10 a las 18 : 25
En la retina de la mayoría de los españoles hay una imagen que suele repetirse en algún momento u otro de sus vidas: la de un Seiscientos, un 124 o 127, los primeros modelos estrella de Seat, La compañía de automóviles, que cumple 60 años entre los achaques propios de la crisis, irrumpió a principios de los 50 en la vida del españolito medio para saciar su hambre de coche.
El Instituto Nacional de Industria (INI) empezó a entablar conversaciones con Fiat a finales de los 40, para crear una gran compañía española que hiciera resurgir a la maltrecha economía española, aún renqueante por los desastres de la Guerra Civil, y, de paso, motorizar a los españoles.
El coche era un artículo de lujo en aquella época, y tan sólo uno de cada 3.000 habitantes lo poseía. El objetivo de la compañía era que los automóviles fueran más baratos. Con esa idea, y un capital inicial de 600.000.000 de pesetas de la época, nacía el 9 de Mayo de 1950 la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, S.A. En ella participaban, además del INI y Fiat, un conglomerado de siete grandes bancos españoles, con un 42% del monto.
No fue hasta tres años después cuando «nació» el primer Seat, el modelo 1400, de 44 caballos de potencia y una velocidad máxima de 120 kilómetros hora. En aquella época, la compañía contaba con 925 empleados que fabricaban cinco coches al día, produciendo el 80% de las piezas.
ABC ya incluía en 1953 grandes anuncios sobre la compañía y su fábrica de Barcelona, que contaba, por ejemplo, con «las más modernas instalaciones existentes para la pintura de los coches», o incluía grandes imágenes de enormes filas de coche listos para su distribución.
En 1954, ya había encargados unas 10.000 unidades, generándose una lista de espera que hoy en día sería absolutamente impensable. Un año después ya se fabricaban más de 7.000, y en 1956 más de 10.000. Con tan sólo seis añitos de vida y tres desde que se vendió el primer coche, Seat abarcaba ya el 93% del parque automovilístico nacional.
«El coche para toda la familia y el hombre de negocios»Todo cambió a finales de la década de los 50, cuando apareció el Seat 600, el «coche para toda la familia y el hombre de negocios», que estuvo ligado a la modernización de la sociedad española y a la eclosión del automóvil en España durante muchos años.
En pocos meses, Seat había recibido 100.000 pedidos del Seiscientos, una cifra que multiplicaba por diez su capacidad de producción, a pesar de que costaba 65.000 pesetas, en una época, además, en la que aún no existía la modalidad de pago a plazos.
Seat entra en la tercera edad
El Príncipe Felipe sonríe junto a un empleado de Seat, en 1995 / EFE
Al comenzar la década de los 60, la motorización de España ya era un hecho, constatable por un cifra negra: durante 1960, 1.622 personas murieron en accidente de tráfico en las carreteras nacionales.
Aquel coche, que no era sino una copia del Fiat 600 italiano, se convirtió, sin embargo, en el icono de toda una época, en el coche del pueblo, y hasta su muerte industrial, en 1973, se fabricaron más de 798.000 unidades.
En apenas 20 años, Seat se convirtió en la mayor compañía industrial de España. Tenía una plantilla de más de 20.000 trabajadores y producía más de 200.000 coches al año, entre los que destacaban otros modelos como el Seat 124, el 127 o el 850.
Incertidumbre sobre su futuroEn los años 70, la entrada de grandes competidores extranjeros le hizo perder poco a poco su monopolio y gran parte de su cuota de mercado, lo que le trajo pérdidas de más de 23.000 millones de pesetas y la obligación de recortar drásticamente su plantilla.
Seat no entraba con buen pie en la década de los 80, hasta el punto de que, en 1986, Seat rompió su acuerdo con Fiat y entró a formar parte de Volkswagen, con el que cerró la década con una producción record de 470.000 unidades.
Hoy, a pesar de ser la segunda compañía inversora de I+D en España, sólo por detrás de Telefónica, Seat no se ha salvado de la crisis y acumula unas pérdidas de 187 millones de euros en 2009. Su nuevo presidente, James Muir, ha asumido la carga de 60 años de historia y el reto de devolver a la empresa a sus años más rentables… años de blanco y negro.

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