| Barcelona | Valladolid |
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| 4 | 0 |
FC Barcelona: Valdés; Alves (Ibrahimovich, m.79), Piqué, Puyol, Abidal; Touré, Keita, Busquets, Pedro (Iniesta, m.86), Messi y Bojan (Henry, m.77)
Valladolid: Jacobo; Pedro López, Luis Prieto (Héctor Font, m.61), Raúl Navas, Sereno; Barragán, Baraja, Pelé, Sesma (Nauzet, m.46); Diego Costa y Manucho (Keko, m.78).
Goles: 1-0, m.27: Luis Prieto (propia puerta). 2-0, m.31: Pedro. 3-0, m.62: Messi. 4-0, m.76: Messi.
Árbitro: Pérez Lasa (colegio vasco). Mostró cartulina amarilla a Barragán (m.44), Manucho (m.48), Baraja (m.54) y a Alves (m.68).
Incidencias: Asistieron al encuentro 98.083 espectadores, en el último partido de la temporada disputado en el Camp Nou. Antes del inicio, el equipo de baloncesto del club, el Regal Barça, ofreció a los aficionados barcelonistas el título de la Euroliga, recientemente conquistado en París.
Números de escándalo
99 puntos: 12 más que en la pasada temporada, récord absoluto de la historia en una Liga. El Barcelona acaba con 31 victorias, cuatro más que en el primer año de Guardiola.
13 triunfos fuera: 44 puntos como visitante, algo jamás logrado antes. Fuera del Camp Nou, sólo ha perdido en el estadio del Atlético y empató ante el Valencia, Osasuna, Athletic, Almería y Español.
24 goles en contra: Segundo Zamora para Valdés de forma consecutiva. El año pasado, el Barça recibió 35 goles, once más que en este 2009-10.
98 tantos a favor: No mejora los registros del ejercicio anterior, en los que firmó 105. Sin embargo, termina con +74 y con el Pichichi y Bota de Oro de Messi (34).
Un empate en casa: Sólo ante el Villarreal, en el primer partido de enero, cedió un empate en el Camp Nou. Los otros 18 partidos en campo propio los resolvió con victoria.
Actualizado
Lunes
, 17-05-10 a las 20
:
01
El Barcelona sigue corriendo felizmente por el paraíso. Por fin puede gritar al mundo entero que con 99 puntos es el campeón de la Liga más desigual y exigente de la historia, por fin respira aliviado al triunfar en una tarde de pasión desenfrenada con medio país paralizado, pendiente de dos escenarios ubicados a casi 1.000 kilómetros de distancia. Cerró 2009 firmando un contrato con la eternidad en Abu Dhabi y confirma su magnitud en 2010 mientras su enemigo íntimo se resigna a vivir a la sombra de un campeón colosal. Los tiempos han cambiado.
En media hora, el Barça rellenó el formulario no sin antes temblar ante un arranque efervescente del Valladolid, encolerizado en los primeros compases para ir menguando ante la aplastante superioridad local. Pero esta Liga merecía otra ración de angustia y colaboró con la causa Víctor Valdés, precisamente uno de los más seguros durante todo este curso de arrebatos. Controló mal el balón con los pies, le presionó Pedro López y se encontró la pelota Manucho con la portería totalmente vacía, sinónimo de gol cantado. De la nada, emergió un providencial Puyol para respiro del socio/simpatizante, que se niega a desprenderse del uniforme de sufridor nato y pasó diez minutos iniciales de incómodos sudores fríos. Perdido sin Xavi, y sorprendido por el descaro de Javier Clemente, el conjunto catalán tardó en sacudirse la inquietud, aunque las noticias que llegaban desde La Rosaleda aliviaban a la parroquia y de paso a los jugadores, mucho más sueltos al saber que el Real Madrid empezó con mal pie su compromiso en Málaga.
Este tipo de partidos no toleran grandes florituras y sólo Messi se animó entre la sosería colectiva. Un par de detalles del argentino conectó al Barcelona y se contagió Pedro, tan decisivo en los dos tantos del primer tiempo como en los momentos puntuales de esta campaña interminable. Para abrir el marcador, se benefició de un error embarazoso de Luis Prieto, incapaz de repeler un balón sin aparente dificultad. Ya cuesta abajo, resolvió con maestría ante Jacobo después de que Messi le dejara totalmente solo ante el meta pucelano. Media hora, 2-0 y fiesta mayor en el Camp Nou.
Con todo resuelto antes de tiempo, se vivió una hora de fiesta hasta el final en la que únicamente se sintió extraño el Valladolid, condenado a regresar al infierno pese al arreón improductivo desde que llegó Clemente. Además, quedaba el disfrute de Messi, obligado a terminar a lo grande un ejercicio inolvidable. Con sus dos tantos —el primero después de una gran acción de Touré Yayá, cerebro con criterio ayer—, igualó al gran Ronaldo, que en la temporada 1996-97 festejó en 34 ocasiones. Su fútbol es incalculable.
Guardiola adelantó los festejos al regalarle unos minutos a Henry —se da por hecha su salida y apunta a Estados Unidos—, a Ibrahimovic —ni siquiera fue titular y está por ver que será de el sueco— y a Andrés Iniesta, otra vez futbolista después de su enésima lesión. Piña en el césped y fiesta en Canaletas mientras Valladolid llora por su defunción. La gloria, indiscutible, azulgrana conllevaba la debacle blanquivioleta
