Fue alrededor de diciembre de 2005 cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo por primera vez eso de «patriotas de hojalata» durante un acto organizado por el PSOE en Torrejón de Ardoz. En esa ocasión, el líder socialista, lanzó el insulto para descalificar a Mariano Rajoy por su rechazo a la reducción de la financiación comunitaria destinada a España. Zapatero «vendió» las magras asignaciones de Bruselas como un éxito de su gestión, el líder del Partido Popular las tildó de «fracaso clamoroso» (la reducción era del 90%). Entonces exclamó: «Y luego van de patriotas por la vida... patriotas de hojalata», argumentando a continuación que ser patriota significa «defender los intereses de España y ponerlos por encima de cualquier interés partidista».

Repasando las crónicas políticas queda claro que los socialistas han echado mano de este agravio en el calor de más de un acto, casi convirtiéndolo en un signo de su «lógica» discursiva. Cuando en octubre de 2007 el PP anunció que se avecinaba una era negra para la economía española, ZP se enfureció con esas «voces agoreras» y llamo al «patriotismo económico». A comienzos de 2008 volvió a declarar: «Crear alarmismo injustificado puede dañar las expectativas y es lo menos patriótico que conozco». Y durante los actos de aniversario de la Guerra de Independencia de ese mismo año, el presidente regresó a la carga con la prédica nacionalista y, desde entonces, cada vez que la situación lo demanda saca de la galera ese discurso que busca menospreciar la imagen de la oposición.

Con las medidas de ajuste en puertaAhora es José Blanco quien resucita el mote para embestir a sus enemigos. «Ustedes están haciendo un patriotismo de hojalata», dijo el ministro de Fomento contra la popular Teófila Martínez ante la seguidilla de preguntas a las que tuvo que hacer frente durante la sesión de control al Gobierno del Pleno del Congreso en el día de hoy. De esa forma Blanco pidió a la oposición su apoyo al decreto ley con las medidas de ajuste del Gobierno, un asunto espinoso que será debatido en el Congreso en los próximos días.

No hace mucho, durante el congreso extraordinario de los socialistas canarios, Blanco empuñó esa misma acusación contra el PP: «Porque no creen en España ni en los españoles». En abril, en medio del debate por la fusión de las cajas gallegas para evitar absorciones foráneas, también recurrió al argumento del falso nacionalismo del PP de Galicia. La portavoz del PSdeG, Mar Barcón, lo secundó y repitió en rueda de prensa: «Se visten de patriotas cuando no tienen otra salida». Como lo prueban los últimos años de debate parlamentario, hoy no será la última vez que se oiga este escarnio en boca de los socialistas.