El Juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla ha sobreseído, finalmente, las diligencias incoadas de oficio en cuanto a la supuesta llamada telefónica amenazante de Francisco Javier Delgado, hermano de Miguel Carcaño, a la menor de Camas con la que el principal imputado por la muerte de la joven Marta del Castillo mantenía una relación sentimental en el momento del crimen, toda vez que la Policía Nacional había determinado la imposibilidad de localizar la llamada.

El abogado que representa los intereses de Francisco Javier Delgado, José Manuel Carrión, informó a Europa Press de que, a través de un auto fechado a finales del pasado mes de mayo, el juez instructor, Francisco de Asís Molina, resuelve el sobreseimiento de las diligencias, lo que le llevó a recodar que en ellas, ninguna de las partes se había personado como acusación particular.

La Policía Nacional, en la información remitida al juez instructor para esta investigación independiente y separada de la causa relativa a la muerte de Marta del Castillo, ya ponía de relieve la imposibilidad de rastrear esta supuesta llamada amenazante, pues la operadora telefónica requerida a tal efecto no podía aportar un registro de las llamadas recibidas y realizadas desde el móvil de la menor de Camas, al haber pasado ya más de un año desde que tuvieron lugar los hechos.

La llamada, según las diligencias ahora archivadas, se habría producido entre finales de enero y principios de febrero de 2009 con la advertencia a la menor de que "si dices todo lo que sabes, a tu madre la rajo de arriba a abajo y a ti te pego una paliza", pero al haber pasado más de un año, habría dejado de figurar en los registros de la operadora de telefonía móvil.

Francisco Javier Delgado, hermano del autor confeso de la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo Casanueva, desaparecida y presuntamente asesinada la noche del 24 al 25 de enero del pasado año 2009 en una vivienda de León XIII, ya negó el pasado día 16 de marzo haber realizado llamadas telefónicas en tono amenazante a Rocío P. G. , la menor de Camas con la que Miguel mantenía una relación en el momento de los hechos.