Xing Xing, oso panda gigante, 14 años de edad, macho. Un «sospechoso» ataque al corazón acabó con él durante una «rutinaria» operación que tuvo lugar la semana pasada.
China, que alquilaba el animal al Oji Zoo (Kobe) desde 2002, está dispuesta a demandar al centro japonés por negligencia. En su opinión, la sedación suministrada al panda fue excesiva. Las autoridades chinas estiman que quinientos mil dólares repararían el daño, según publica un rotativo de Shanghai. Cuando Xing Xing vivía China recibía de su vecino un millón de dólares al año.
«No es casualidad»
China ha pedido que el cuerpo del osezno sea custodiado en las mejores condiciones hasta que un grupo de expertos aterrice en el zoo y determine con exactitud las causas del fallecimiento.
Los cuidadores de Xing Xing extraían su semen cuando se produjo el desafortunado deceso. Desde hacía años los trabajadores del zoo nipón intentaban que el macho se reprodujera con éxito con su compañera Tan Tan. En 2007 la hembra dio a luz a una cría muerta y al poco tuvo otra, pero no pasó de los primeros días.
Algunos portales en China creen que la muerte del panda no es «casual», pues se produjo justo después de que los guardacostas japoneses detuvieran al capitán de un barco pesquero chino.




