El cambio climático beneficia a los arqueólogos: ahora pueden estudiar con mayor facilidad cómo se comportaban nuestros ancestros.
El rápido aumento de las temperaturas y la desintegración de los glaciares de todo el mundo han dejado al descubierto antiguos artefactos fabricados a partir de plumas, lana o cuero. Sin embargo, que el «congelador» enfríe cada vez menos puede también echar a perder preciadas reliquias.
Arcos, lazos, sticks y un zapato de cuero de hace 3.400 años han sido encontrados en un lugar de las montañas de Jotunheimen (Noruega), hogar de los «gigantes de hielo» de la mitología escandinava. Los hallazgos fueron localizados con anterioridad vía satélite, recoge The Guardian. Y han permitido concluir a los expertos que los vikingos usaban los sticks, entre otras cosas, para conducir los renos hacia los cazadores, que necesitaban tenerlos dentro de su radio de acción para acertar con sus flechas de acero.
Similares descubrimientos se han observado en los glaciares y en la capa de hielo permanete desde Alaska hasta Siberia. El hombre de hielo italiano, «Ötzi», asesinado hace 5.000 años, fue encontrado en un glaciar alpino.
Patrick Hunt, de la Universidad de Stanford (California), está intentando desenmarañar cómo el general cartaginés Aníbal invadió Italia en el año 218 d.C. con un ejército de elefantes. El deshielo de los Alpes ha permitido a Hunt empezar con sus excavaciones por encima de los 8.000 pies por primera vez desde el verano de 1994: «No hemos sufrido ninguna inundación ni hemos tenido un día de lluvia o granizo».




