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El partido 'patriótico' con el que España reclamó Gibraltar y sí encontró el camino del gol

En 1969 la selección nacional inauguró el estadio de La Línea con una intrascendente goleada a Finlandia y la reivindicación de la españolidad del Peñón de fondo

«Parecía como si el objetivo fuera Gibraltar y no la meta finlandesa», escribió el cronista de ABC sobre el encuentro

El equipo español, en el estadio de La Línea con el Peñón al fondo ARCHIVO
Fernando del Valle

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No era la Eurocopa. Pero sí un partido clasificatorio para el Mundial de México , el que terminaría ganando la Brasil de Pelé. El 15 de octubre de 1969, España se medía contra Finlandia inaugurando el estadio José Antonio Primo de Rivera de La Línea de la Concepción , el mítico campo de la Real Balompédica Linense, 'La Balona', hoy Municipal de La Línea. Con el Peñón de Gibraltar al fondo, bien visible.

A diferencia de la primera incursión de la selección de Luis Enrique en la Eurocopa 2020 contra Suecia que se celebra estos días y que ha devuelto el deporte de alta competición a Sevilla, en aquella ocasión España sí encontró la vía del gol .

El marcador acabó con un contundente 6- 0 a favor de los pupilos de Kubala , que debutaba entonces a los mandos del equipo. Marcaron Pirri, Gárate , que lo haría por partida doble, Velázquez, Amancio y Quino .

Cinco de esos tantos se marcaron con la efigie del Peñón de frente, . en la portería más cercana a la reivindicada colonia. Pero de nada sirvió, pues España estaba desahuciada ya para el Mundial mexicano después de una decepcionante fase clasificatoria saldada hasta ese momento con una sola victoria, dos empates y dos derrotas. Yugoslavia, Bélgica y Finlandia eran los otros componentes del grupo que le había tocado a nuestra selección.

Así que el resultado, estéril, era lo de menos. Y seguramente por eso se decidió que el objetivo del encuentro fuera otro: un desagravio para el Campo de Gibraltar precisamente en el momento en que más complicadas estaban las relaciones con la colonia británica.

Como recoge el profesor e historiador malagueño Cristóbal Villalobos en su libro «Fútbol y fascismo», en junio de ese año, Franco había dictado el cierre de la Verja como respuesta a las 'provocaciones' del Reino Unido: en 1954 la Reina Isabel había visitado Gibraltar; cinco años después lo haría su marido, el duque de Edimburgo, recientemente fallecido. Y acababa de entrar en vigor la nueva Constitución gibraltareña , aprobada con el voto favorable del 99 por ciento de los 'llanitos, que no querrían ya nunca ser españoles.

El cierre de todas las comunicaciones (por tierra, mar y aire e incluso las telefónicas) con Gibraltar había sumido a la comarca en una hondísima depresión. De golpe y porrazo, cinco mil españoles que cruzaban a diario la frontera se quedaban sin trabajo , al igual que ocurría con los más de trece mil que vivían de alguna actividad relacionada con el Peñón de forma indirecta.

El régimen franquista quiso compensar a la depauperada zona de la provincia gaditana con un ambicioso plan industrial llevado a cabo a través del Plan Nacional de Desarrollo aprobado en 1965 , cuyo objetivo era potenciar el puerto de Algeciras y crear un tejido empresarial que paliara la pérdida de empleo que se sabía iba a conllevar el cierre de la Verja.

De aquel impulso han quedado en herencia la factoría de Acerinox en Los Barrios , la refinería de Cepsa en San Roque y el polo petroquímico nacido en torno suyo, o la central térmica de carbón también en Los Barrios. Pero el resultado global, pese a los atractivos incentivos que se dieron a las empresas que quisieron radicarse en la zona, fue un fiasco. Tanto como los sucesivos planes que ya en Democracia se han puesto en marcha para una comarca que sigue sin salir de su ostracismo económico.

Mas no todo iba a ser trabajo para contentar a sus deprimidos habitantes. El pan y circo hacía tiempo que había derivado hacia el fútbol. Así que también s e construyó entonces en La Línea la imponente ciudad deportiva Francisco Franco , en la que se levantó en tiempo récord el enorme estadio de fútbol , absolutamente desproporcionado para los éxitos deportivos de la 'Balona' de entonces... y de ahora.

Y el estadio se llenó

Y qué mejor manera de inaugurar el estadio que un partido de la selección nacional. Fue por lo que se decidió llevar allí aquel España-Finlandia 'patriótico', única vez en la que el coliseo linense se ha llenado, congregando a unos 22.000 espectadores. Presidieron el encuentro el ministro del Ejército, Camilo Menéndez Tolosa y el del Movimiento, el egabrense José Solís . Los prolegómenos del partido fueron amenizados con la música de la Banda de Guerra de la Legión , encargada de interpretar el himno ante el alborozo general de la afición.

Crónica de Gilera para ABC de aquel partido

El encuentro comenzó a la torera hora de las cinco de la tarde . Formaron para España Gaztelu, Barrachina, Violeta, Eladio, Pirri, Velázquez, Asensi, Amancio, Gárate y Gento, que se despedía de la selección después de un ciclo plagado de éxitos.

Al día siguiente, Gilera, el mítico periodista de ABC al que se le había encargado de cubrir el partido, dejaba muy claro en el arranque de su crónica el objeto real del encuentro: « Cuando el equipo español tenía enfrente el Peñón atacó más y mejor «, escribía. » Parecía como si el objetivo fuera Gibraltar y no la meta finlandesa «, continuaba aquel artículo.

También la realización televisiva por parte del ente público contribuía a enfervorizar a los televidentes. Como recuerda en su libro Villalobos, mientras se sucedía el partido, «las cámaras de Televisión Española enfocaban continuamente la silueta del Peñón, al fondo de la imagen tras las numerosas pancartas reivindicativas del público, que suscitaban la atención del ente televisivo por encima de los propios lances del juego».

Primer gol de un bético en la selección

Ese partido, además de servir para la exaltación patriótica de un país que veía ya como imposible la recuperación de la colonia gibraltareña, también pasaría a los anales del beticismo. Pues el último tanto del encuentro, el que se marcó en la portería más lejana al Peñón, fue obra del bético Quino , que a cinco minutos del pitido final se convertiría en el primer jugador del Betis en marcar para la selección nacional.

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