Finito de Córdoba y su fijación con los indultos

Esto se explica por muchas cosas, como la forma de torear del diestro y la calidad de los animales , pero también, y en no pocos casos, fue Finito de Córdoba quien i nsistió para dejar vivo al animal , contra el criterio de los aficionados y hasta del presidente. La última fue en Montoro, el pasado fin de semana. Finito luchó por no matar y al final salió triunfante, pero muchos aficionados pensaron que «Organillero», de Fuente Ymbro , aunque fuera bueno, no merecía el indulto. Los méritos de su faena, sin embargo, fueron incuestionables.

Hace once años, en Montoro, hizo lo mismo, pero en aquella ocasión el presidente no cedió . Escuchó los tres avisos y el animal volvió a los corrales, lo que le supuso una sanción . Fue algo parecido a lo que sucedió el pasado 23 de mayo, cuando intentó indultar a un toro en el Coso de los Califas , tras una faena de gran calidad artística. Consiguió echar al público en contra del presidente , pero éste insistió una y otra vez en que matara a «Laborador» . Al final lo hizo, pero de forma no reglamentaria , tras el último aviso, así que empañó con un mal final una gran faena.

Otros indultos que sí lo fueron tampoco se han librado de la polémica, como el del 29 de mayo de 2004 . «Bondadoso», de Domingo Hernández , se libró de la muerte en el Coso de los Califas, pero muchos aficionados interpretaron que no merecía el indulto. El diestro salió con dos orejas y rabo y sin tener que entrar a matar, la suerte suprema en la que n o siempre muestra la misma altura estética que en sus faenas . La propia forma de torear de Finito ayuda, según algunos aficionados a los animales, a mejorar y permanecer enteros.

El matador de El Arrecife indultó su primer toro en Córdoba, el 28 de mayo de 1994 . «Tabernero» de Gabriel Rojas, abrió una lista que después ha tenido a partir de 1998 más beneficiados casi todos los años. 2006, con tres indultos, fue su mejor año en este aspecto.