Bodegas Delgado de Puente Genil, 150 años de solera en la elaboración de buenos vinos

Un buen vino fino, bajo la denominación de origen Montilla-Moriles, es hoy por hoy, una joya de la enología mundial. Bodegas Delgado, en Puente Genil, con cerca de un siglo y medio de historia, se ha convertido en cuna de grandes caldos de la tierra, elaborados de forma artesanal y con una excepcional originalidad, que aúnan tradición y modernidad, tras una dilatada trayectoria desde 1874.

Noticia Relacionada

El marco Montilla-Moriles se refugia en la pasera ante la crisis de producción, con un lustro a la baja

Pablo Cruz

La vendimia se salda con una caída de la uva recogida del diez por ciento

Precisamente, para conmemorar tal efemérides (de 1874 a 2024), el Teatro Circo de la localidad pontana acogerá hoy un acto institucional que reunirá, por un lado, tanto a autoridades locales como provinciales y a nivel autonómico. «Será un acto para el recuerdo», según expone Javier Álvarez, quien está al frente de la gerencia de la bodega. «Para la familia supondrá todo un orgullo esta celebración», pues según explica Álvarez «es complicado que una empresa hoy en día cuente con siglo y medio de historia». «Normalmente, la duración de una empresa suele ser menor», apuntando que «en España, empresas con la trayectoria de Bodegas Delgado puede haber con los dedos contados».

El origen de Bodegas Delgado radica en el actual pueblo de Moriles, entonces llamado Zapateros, cuando Antonio Delgado Gálvez junto con su esposa, María Estrada Pérez, fundaron, en 1874, la bodega a partir de la adquisición de una partida de botas de roble americano. Y es que el matrimonio, que regentaba previamente una barbería (por entonces para cortarse el pelo, arreglarse la barba o extraerse alguna pieza dental) observó cómo los clientes que acudían a su establecimiento para sacarse una muela, visitaban antes y después una taberna, situada justo frente de la barbería, para consumir vinos que les servían como anestésico, antiséptico y analgésico. Fue entonces cuando decidieron, a partir de ese momento, ofrecer vino a sus clientes y adquirieron 14 barriles para la crianza de vinos y vinagres generosos, que con el paso de los años llegaron hasta 5.000 unidades.

Elaboradores y criadores de vinos y vinagres de calidad, la cuarta generación de la familia Delgado permanece al frente de esta centenaria bodega, con el firme propósito de elaborar, artesanalmente, unos vinos de excepcional originalidad. Ciento cincuenta años más tarde, la bodega continúa su actividad de la mano de los nietos y biznietos de aquel matrimonio fundador. Y es que, en 1918, la bodega dio un importante impulso a la actividad comercial y, poco después, esta empresa familiar prosiguió su expansión, culminando en 1941 con la conversión en la sociedad limitada Delgado Hermanos SL.

En la actualidad, y ya con el nombre de Bodegas Delgado SL desde 1997, la cuarta generación de la familia se encuentra al frente de la misma. «Si algo define a nuestra bodega es el mantenimiento de las raíces tradicionales en la elaboración de sus vinos, tratando siempre de que la incorporación de técnicas modernas sea una ayuda, pero sin repercutir en la calidad de sus productos», según apuntan desde la dirección.

Bodegas Delgado cuenta, actualmente, con dos instalaciones en las que desarrolla su actividad de elaboración y crianza de vinos: el Lagar de San Antonio, situado en la carretera de Aguilar de la Frontera a Puente Genil, aproximadamente a medio camino de ambas localidades, y la bodega propiamente dicha ubicada en Puente Genil.

El Lagar de San Antonio es una espaciosa instalación destinada a la elaboración y el almacenamiento de sus vinos, así como a la crianza de las primeras escalas. Ocupa una superficie de unos 10.000 metros cuadrados, de los cuales 5.000 son bodegas de crianza, 2.000 de instalaciones de elaboración, 1.000 de almacenes y el resto está dedicado a instalaciones auxiliares.

Por otro lado, la bodega que se encuentra en pleno casco antiguo de Puente Genil, ocupa una superficie total de unos 5.000 metros cuadrados distribuidos en distintos edificios, algunos de los cuales se comunican entre sí por túneles subterráneos que discurren bajo las calles de la localidad. En ella se termina la crianza de los vinos y acogen el proceso de tratamiento que incluye el embotellado y almacenamiento de los mismos.

En su fundación, la bodega se encontraba en las afueras de la ciudad, pero en la actualidad está situada en el centro del casco histórico de la localidad, debido al crecimiento que ha experimentado en los últimos años Puente Genil.

Diversas zonas de La Bodega permanecen igual que cuando se fundó, sin apenas modificaciones, lo que constituye, sin duda, un aliciente añadido que la ennoblece a los ojos del visitante. El motivo fundamental de seguir en estas instalaciones es por el hecho de en sus naves existen botas de crianza con más de un siglo de vida, lo que dificulta enormemente un posible traslado de las mismas.

En la actualidad, Bodegas Delgado elabora dos líneas de vinos bien diferenciadas. Por un lado, los generosos, vinos y vinagres tradicionales amparados por la D.O. Montilla Moriles, elaborados con uva 100% Pedro Ximénez. Éstos constituyen vinos originales únicos en el mundo por su elaboración artesanal. De otro lado, Bodegas Delgado ha incorporado una línea de vinos con otras variedades de uva y de menor graduación alcohólica, pero manteniendo siempre la elaboración artesanal. Se trata de tintos con variedades como Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah.