Inma Doncel siente vocación por el mundo de la empresa y realiza tareas de administración en La Asociación Cordobesa para la Integración de Niños Borderline, con retraso mental límite y/o leve (Acopinb). El volumen de trabajo es alto pero le permite participar en algún proyecto con los chicos, es ahí donde la voluntaria descubre el gran valor de la entidad.

«Acopinb es un proyecto muy bonito. Yo me quedé asombrada cuando llegué porque mis compañeras hacen todo lo posible (para poner en marcha los proyectos) con poquísimos recursos. Además hay muy pocos trabajadores y los beneficios que sacan son increíbles. Con el proyecto, estoy enamorada», afirma Inma.

El valor añadido de Acopinb es, según la joven, la combinación del proyecto de agricultura ecológica sostenible con la integración de las personas que tienen discapacidad. «Necesitan ayuda de gente que apueste por ellos tanto en el mundo laboral como social», apunta Doncel.

Actualmente, está trabajando en un proyecto con Jesús, uno de los chicos con discapacidad que se forma en la entidad. «Estamos creando una aplicación móvil para personas con discapacidad que sea de fácil uso para ellos y accesible», detalla. Se trata de una plataforma en la que puedan apuntarse a planes, participar en foros, compartir imágenes y además aprender sobre la agricultura ecológica, el pilar de Acopinb.

En su finca el Aguilarejo cuentan con unas instalaciones de producción en la que ayudados por monitores voluntarios profesionales, los jóvenes con discapacidad plantan, cuidan y recolectan frutas y verduras con sello ecológico que algunos establecimientos están empezando a vender.

En opinión de la voluntaria, lo que necesitan los chicos de Acopinb y las personas con discapacidad es «tratarlos como iguales, porque son iguales. Te entienden perfectamente, saben lo que quieres decir... relacionarte con ellos como con otras personas, eso es lo principal. Cuando te relacionas con ellos, ves que son personas maravillosas».