Raquel Román: «La educación consigue integrar a los migrantes y cambiar el mundo»
"Educación para cambiar el mundo, para difundir valores de integración, respeto, igualdad..." es el objetivo de fondo que mueve a la Asociación Pro Inmigrantes de Córdoba, una entidad integrada en la Federación Andalucía Acoge, y que, aunque su actividad es local, su impacto va más allá.
Su direcora, Raquel Román, empezo en la entidad como orientadora laborl, después fue coordinadora del mismo área y desde hace algo más de tres años ha asumido la dirección con el convencimiento de que el ejemplo de convivencia y la riqueza de compartir y conocer otras culturas transforman los prejuicios para convertirlos en acogida.
—¿Qué áreas de intervención trabaja Apic?
—Nuestro objetivo es fomentar la integración y la inclusión intercultural a través de actividades de acogida y promoción de las capacidades de las personas migrantes. Dentro de las áreas está la de mujer, juventud, jurídica, sociolaboral, educación y sensibilización y también proyectos de protección internacional y ayuda humanitaria. Talleres, sesiones de asesoramiento, acompañamiento y recursos de acogida son los medios de trabajo que tenemos en cada área. Nuestra labor se resume en difundir una propuesta para la convivencia
—El colectivo de inmigrantes en general necesita ayuda, pero ¿qué grupo o perfil es el más vulnerable?
—Atendemos a una mayoría de mujeres que son las que nos llegan pidieno ayuda. De unas 1.500 personas que pasan por nuestra see, el 70 por ciento son mujeres. Sin embargo, vemos que los jóvenes inmigrantes extutelados son los que necesitan de una mayor atención por nuestra parte. Salen de centros de acogida, no hay dispositivos para ellos y muchos se ven en la calle. Con ellos tratamos desde educación hasta programas de ocio y tiempo libre.
—¿Cómo ha cambiado el perfil de las personas migrantes que llegan?
—Desde siempre nos llegan personas que llamamos "migrantes económicos", que son aquellos que abandonan su país por motivos económicos. Pero ahora, desde hace poco tiempo observamos que llegan muchísimas personas solicitantes de asilo y protección internacional or la situación que hay en sus países de orien. Al principio venían muchas personas de Ecuador, Marruecos, Colombia, también había una colonia importante de georgianos... Y ahora nos llegan sobre todo de Venezuela, El Salvador, Honduras, Nicaragua...
—¿Qué valoración hace de Córdoba como ciudad de acogida?
—Tengo una valoración muy positiva. Está demostrado que mediante el trabajo de persona a persona, conociendo al otro, su testimonio y ejemplos concretos de integración, se consigue el respeto y la buena convivencia. Hay prejuicios como en todos los sitios pero en general hay una apertura a cambiar eso.
—¿A qué sectores o perfiles les cuesta más la integración?
—Es curioso pero los jóvenes son los que más estereotipos negativos tienen y nos damos cuenta en el trabajo que hacemos con ellos de concienciación. También es verdad que son los que acaban acogiendo valores muy fuertes de solidaridad apoyo, los que se vuelven más reivindicativos cuando se aceran a conocer al otro, su cultura, su realidad. Esto es posible con la formación. La educación consigue integrar a los migrantes y también cambiar el mundo.
