Movimiento asociativo generador de sinergias es el concepto que define a Fepamic. La Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Fisíca y Orgánica de Córdoba ofrece a familias, organizaciones y empresas diferentes servicios que están enfocados en la inserción laboral para las personas que padecen alguna discapacidad. Es también un centro de información y un modelo ejemplar en el que su presidenta desde hace casi una década, Sara Rodríguez, trabaja para alcanzar su objetivo: la inclusión.

—¿Qué persigue Fepamic para sus asociados?

—El objetivo de nuestra misión es la búsqueda de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Hace ya muchos años descubrimos que lo más eficiente para mejorar sus vidas era conseguirles un puesto de trabajo y eso solo era posible, en gran parte, generando empleo nosotros mismos. Así que eso es lo que hacemos.

—¿Qué servicios ofrecen?

—Tenemos dos grandes líneas. Una de recursos de atención a la dependencia, con la unidad de día, los centros de residencia y el servicio de rehabilitación, transporte adaptado, psicología o apoyo a niños con necesidades educativas especiales. Y por otra parte, también tenemos servicios generales de jardinería, limpieza y mantenimiento, lavado de coches... Todo lo que ofrecemos cumple el doble objetivo de ofrecer una actividad y generar empleo a nuestros asociados.

—¿Existe la inclusión en el mercado laboral?

—No y sabemos que eso no va a llegar. Nosotros nos dimos cuenta de que formábamos a personas para que el mercado laboral ordinario los acogiera pero descubrimos que no tenían oportunidades. Fue en el año 2000 cuando nosotros decidimos crear nuestra primera empresa propia que es un modelo que pueden copiar y que ha funcionado con éxito hasta el día de hoy. Queremos demostrar que trabajar con personas con discapacidad puede ser rentable y eficiente, tal y como revelan nuestros números.

—Acaban de celebrar el 30 aniversario de la asociación, ¿cómo ha evolucionado?

—El salto ha sido muy grande, hemos doblado nuestro esfuerzo y hemos cerrado 2018 como año histórico con el récord de 823 trabajadores, frente a los 547 que teníamos el año anterior. De estos, el 80 por ciento son discapacitados. Aspiramos al cien por cien pero aún no encontramos perfiles formados, aunque es cuestión de tiempo. Nuestro presente es que tenemos una tasa de generación de empleo y de empleabilidad muy superior a la del mercado ordinario.

—¿Siente que su modelo tiene acogida en Córdoba?

—Lo cierto es que cada vez nos preguntan más empresarios cómo lo hacemos y aumenta la conciencia de que hay un colectivo que tiene una fuerte voz y se tiene en cuenta. La clave es la formación y por supuesto tener interiorizada la igualdad de todos.

—¿Qué reto se plantea de cara a este recién estrenado 2018?

—Seguir demostrando que el modelo de gestión de personas con discapacidad es eficiente. Que tanto el mercado ordinario como la sociedad nos vean a todos con los mismos derechos y acceso a las oportunidades. Estamos para sumar. Y por supuesto nos mostramos abiertos a ofrecer nuevos servicios porque activamos constantemente nuevas formaciones. Ojalá el tejido empresarial sea cada vez más sensible a esta contratación.