Humanos Córdoba es una asociación sin ánimo de lucro que nació de forma espontánea durante el confinamiento cuando la maestra Lola Díaz detectó en redes sociales la necesidad de alimentos de una familia que no podía alimentar a su hija pequeña. Se puso manos a la obra y lo que fue una acto puntual de generosidad hoy es una entidad formada por una decena de voluntarios que han atenido las necesidades de al menos 600 familias cordobesas.

José Carlos Serrano es un joven auxiliar de veterinaria que cuenta su experiencia en Humanos Córdoba. Es amigo de Lola y la ayudó en la colecta inicialmente de comida, pero ya también de ropa y juguetes los fines de semana. "No somos conscientes de las necesidades que tienen las familias en Córdoba", cuenta a Córdoba es Solidaria preguntado si los cordobeses más azotados por la pandemia han podido remontar un poco su economía.

"No paran de llegar familias pidiendo ayuda", insiste. Por eso, toda la ayuda es poca y desde Humanos Córdoba aprovechan los fines de semana para desinfectar los productos que les llegan de comercios locales, clasificarlos por edades para, durante la semana, citar a las familias en la sede del grupo de artesanos locales en La Casa Roja, donde atienden de forma individual a todas las personas que lo necesitan.