SOLIDARIDAD CIUDADANA

Lola Díaz (Humanos Córdoba): “La pandemia sigue empobreciendo a muchas familias en Córdoba”

Esta maestra detectó en Facebook durante el confinamiento a una familia cordobesa que no podía alimentar a sus hijos y desde entonces ha creado una red de solidaridad de ayuda a quienes más lo necesitan

Al igual que los efectos de la pandemia, el empobrecimiento que muchas familias cordobesas sufrieron durante el confinamiento continúa en la llamada «tercera ola» del mismo modo que se fortalece la red de solidaridad que de forma espontánea inició Lola Díaz, una maestra de profesión que detectó en Facebook el pasado mes de marzo que una pareja no podía alimentar a sus hijos.

Comenzó a ayudarlos y llegaron más familias que no tenían cómo sacar adelante a sus pequeños porque se habían quedado sin trabajo y lo que empezó como un gesto altruista puntual se ha convertido en Humanos Córdoba, una asociación que ha prestado ayuda a más de 600 cordobeses y que busca urgentemente una sede para, al menos, instalar frigoríficos para guardar los alimentos que les llegan y que «hacen muchísima porque no paran de llegarnos peticiones de padres que no tienen ni para dar el desayuno a sus hijos».

- Lo que comenzó como una iniciativa espontánea para ayudar a una familia que pedía alimentos para sus hijos por Facebook ha llegado para quedarse

- No paran de llegarme familias, sobre todo a través de redes sociales, pidiendo ayuda para sus hijos porque se quedaron sin empleo y no consiguen trabajo o porque aunque uno de los dos trabaja, no les llega para pagar facturas y vestir o alimentar a sus hijos. Pero al igual que crece el número de personas que acuden a nosotros, también recibimos ayuda de pequeñas empresas locales que se vuelcan con nosotros. Todavía estamos repartiendo juguetes y ropa de todo lo que recibimos en la campaña de Navidad.

- Humanos Córdoba nace con usted pero ya habla de «nosotros»

- Vi a una familia en un grupo de costura de mascarillas que necesitaba ayuda, hice un llamamiento en Facebook, llegaron más peticiones de ayuda y empezaron a sumarse voluntarios que querían echar una mano recogiendo juguetes, repartiendo. Y ahora somos un buen grupo de voluntarios y también colaboran con nosotros otras oenegés y asociaciones que nos derivan familias o a las que nosotros derivamos para ayudas concretas.

- ¿Cómo se organizan para gestionar tanta ayuda en tan poco tiempo de andadura?

- La Casa Roja –local de artesanos- nos presta su local para hacer las entregas a las familias, pero sin duda, necesitamos una sede propia para poder ofrecer un servicio más completo, no solo de emergencia, también nos gustaría apoyar en la gestión de recursos, ayudas. Necesitamos una sede de forma inmediata para algo tan básico como tener un frigorífico donde almacenar los alimentos que nos donan para poder hacérselos llegar a las familias.

- ¿Han notado un descenso en las familias que necesitan ayuda?

- Al contrario. Todavía hay personas que no han cobrado las prestaciones de los ERTE o que incluso, porque es una realidad, que no estaban aseguradas, se han quedado sin trabajo y no tienen ningún tipo de ayuda. A nosotros acuden familias con niños pequeños que no tienen ya no para alimentos, sino para pañales o para vestirlos. Pero es que también hemos repartido productos higiénicos para mujeres, desinfectantes, mascarillas y gel hidroalcohólico. No paran de llegarnos familias necesitadas y de todos los barrios de la ciudad, por eso nos urge tanto tener una sede donde ir almacenado toda la ayuda que afortunadamente tampoco para de llegar.

Comentarios