FUNDACIÓN SOCIAL UNIVERSAL

Mamen Mesa: «La brecha social ha crecido y va a marcar para siempre a los niños»

Con su acción en Montilla, la Fundación Social Universal está tratando las emergencias sociales por la pandemia con el apoyo de una importante red de solidaridad local

Infancia, familia, jóvenes, mayores... Todos encuentran un proyecto en el que participar con la Fundación Social Universal. La finalidad de la entidad es el apoyo al desarrollo de los grupos más vulnerables allí donde actúan. «Dotarlos de herramientas que les permitan llevar una vida digna, una vida feliz», apunta la coordinadora de proyectos de la Fundación en Montilla, Mamen Mesa. El trabajo de toda la organización se divide en acción local y un área de cooperación internacional, pero Mamen nos habla del trato familia a familia, realidad por realidad. 

—¿Cómo les afecta, a nivel de asistencia, la crisis social derivada de la pandemia del coronavirus?

—Esta situación lo que ha provocado es que la brecha social haya crecido una manera increíble. La comunicación se ha vuelto más difícil con las familias a las que atendemos porque hay casas en las que no tienen un ordenador o una tableta, sino solamente un móvil con tarjeta que recargan para todos. Los niños no pueden hacer el seguimiento escolar, los padres, que tenían empleos ya precarios, ahora no pueden trabajar o directamente pierden el empleo. Todo esto ha generado una situación de ansiedad y estrés en las familias, que además no llegan a comprender bien qué está pasando y va a marar para siempre a los niños. 

—¿Cómo están haciendo frente a esta situación?

—Lo primero ha sido formarnos en situaciones de emergencia de esta envergadura y ahora estamos interviniendo como podemos. También contamos con un apoyo comunitario muy importante que se ha organizado en una red de empresas, hermandades, Ayuntamiento... para que se puedan ir dando soluciones a los casos concretos. 

—Antes de que esto empezara, ¿cuáles eran sus proyectos?

—Desarrollamos el área de agroecología urbana con huertos que surgieron a demanda de madres y padres. Son un modelo de convivencia para ellos y además una actividad beneficiosa . También llevamos huertos con carácter social para que personas mayores tengan una jbilación sana, socializan y también les sirve como actividad física. A la vez se ayudan a familias en su cesta de la compra. Por otra parte ponemos en marcha el programa Incorpora de la Caixa, en el que ayudamos a encontrar empleo a personas en dificultad. Y, sobre todo, estamos muy volcados en infancia y juventud. 

—¿Son estos los colectivos más vulnerables? ¿Qué atención les prestáis?

—Nuestro proyecto de menores gira en torno al Hogar de Tardes Mamá Margarita, en el que colaboramos con centros educativos y Servicios Sociales. La intervención se hace tanto con los menores como con las familias. Intentamos mejorar su calidad de vida y favorecer el desarrollo de los niños en todos los niveles. Para los jóvenes pusimos en marcha la Casa Joven, una iniciativa que Montilla no había tenido antes y que era algo muy demandado. Con este proyecto fomentamos la participación de los jóvenes en la vida del municipio, se les presta acompañamiento, formación y se crean redes que les benefician.   

—¿Qué es fundamental para desempeñar un trabajo como el vuestro?

—Hemos encontrado una respuesta muy buena en Montilla, con un tejido de apoyo y solidaridad muy importante. Hay un germen de ayuda y  de comunidad imprescindible.

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