Rafael Cidres: «Decimos a las familias que si las cuentas no les salen, pidan ayuda»
La Asociación Nacional de Familias Necesitadas (Anfane) tiene el papel de mediador, consejero, consuelo y conseguidor. Acaba de cumplir cuatro años de funcionamiento, y en tan poco tiempo superan los 800 socios. «Crecemos porque hay necesidad» , subraya su presidente y fundador, Rafael Cidres, y de esa necesidad van ampliando los servicios que ofrecen. Surgió con la misión de apoyar a las familias en sus problemas con la vivienda y están adentrándose en casos de violencia familiar, pobreza infantil… adaptándose a la realidad que encuentran.
—¿Cómo tomó la iniciativa de fundar Anfane?
—Yo mismo tuve problemas con mi hipoteca y no hay mejor persona para hacer las cosas que alguien que lo ha vivido. Llegué a perder mi vivienda pero la recuperé. Después de eso me planteé: ¿por qué no ayudamos a los que han perdido su casa a recuperarla?, y así empezamos.
—¿Qué encuentran las familias que acuden a la entidad?
—Fundamentalmente les ayudamos a resolver sus problemas en relación con el pago de su vivienda y la hipoteca, cláusula suelo… familias que han perdido su casa y ahora la tiene el banco, por ejemplo. Casos en los que luchamos por conseguir un alquiler social. En definitiva tratamos de ver cuál es la mejor solución a su problema. Hablamos con el banco, preparamos el proceso judicial, tratamos con las administraciones y en todo el proceso les acompañamos. Por eso ahora también contamos con una psicóloga, para ayudar a recuperar la autoestima, para trabajar todos sus miedos y preocupaciones.
—¿Hasta qué punto perder la casa es perderlo todo?
—Cuando llegan aquí las familias necesitan en primer lugar que recuperemos su relación, porque están destrozados. El impago de la vivienda viene de la falta de trabajo, de ahí se percibe la prestación pero cuando se termina y no tienen recursos, entonces viene al problema de la vivienda. Y todo eso pasando por una gran drama familiar. Esto es como un muro de las lamentaciones.

—¿Hay perfiles o sectores más afectados que otros por este tema?
—Hay de todo. Policías, abogados, trabajadores de cualquier sector. Porque la crisis ha destruido empleo de todos los campos y cualquier familia puede perder su vivienda. Lo que sí percibimos es que la mujer suele ser la más fuerte y asume el papel de tirar de los hijos y del marido. El ego el hombre se viene abajo porque siente que no ha sido capaz de sostener a su familia, sus hijos le piden comida y se agobia más. Además le cuesta mucho más contar.
—¿Hay aún cierto pudor a contar los problemas de la economía familiar?
—Cada vez menos. Las familias no esperan como antes a última hora, cuando llegaba el comunicado del juzgado. Quizás acuden antes porque tienen información y saben que hay una entidad que les va a ayudar. Nosotros insistimos en que no esperen, que cuando vean que las cuentas no les salen, pidan ayuda porque así puede ser más fácil solucionar su problema. Cuesta más acudir al juzgado que negociar con el banco.
—¿Cuál es el gran reto de ANFANE?
—Paralizar todos los desahucios de Córdoba. La gente cree que el tema de vivienda se ha resuelto pero no. Desahucios ha habido toda la vida pero no a este volumen y hay muchos paralizados pero las leyes van cambiando, las moratorias cumplen y hasta que no se llega a una resolución final como puede ser un alquiler social, el problema no termina. Por eso además de tratar con las familias, hablamos con los políticos para que desde las instituciones cambien las normas y permitan a cada familia tener su vivienda.
