Rosario Moreno (ACOPINB): «Trabajar con estas personas es una sonrisa, todo te lo agradecden»
ACOPINB es una asociación cordobesa sin ánimo de lucro, que trabaja para el conjunto de jóvenes con discapacidad intelectual (retraso psicomotor, retraso mental leve, síndrome de Down, etc.), tratando con ello de incorporarlos a la sociedad de forma plena, donde ellos ocupen el lugar que les pertenece. Desarrollan un proyecto innovador mediante el cual los jóvenes pueden ocupar su tiempo de una forma especial mediante actividades relacionadas con la agricultura. Rosario Moreno, su presidenta, atendió a ABC Córdoba.
– ¿Cómo ha cambiado la vida de la asociación con el coronavirus?
– La verdad es que al principio, durante el confinamiento, todos volvieron a casa, tuvimos que trabajar de allí. Luego cuando se levantó, los chicos regresaron a su actividad. El proyecto principal es de agricultura ecológica. Al ser una actividad esencial, no se ha cortado durante todo el periodo que llevamos con el covid. El mantenimiento de la finca lo seguimos haciendo. Nosotros tenemos un espacio al aire en la carretera de Palma del Río, con casi seis hectáreas, invernadero... todo es al aire libre, con las medidas de prevención. A nosotros no nos ha afectado tanto como a otras entidades.
– ¿Cuáles han sido las máximas dificultades?
– Al ser una asociación privada que crearon los padres y todo lo que hacemos es a través de las cuotas mensuales. No somos una asociación muy numerosa y nos financiamos a través de subvenciones y eventos. Al depender de esto, en el momento que falla alguna... Nuestros proyectos son competitivos, pero nos cuesta muchísimo. No tenemos personal suficiente para desarrollar otro tipo de cositas.
Si nos falla alguna subvención vamos mal. Estamos pendientes de alguna ahora para ver si podemos contratar a más monitores. No tenemos financiación estable para tener más actividades. Y ahora los eventos se han suspendido. Hacemos desfiles de flamenca, fiesta de primavera, en navidad muchos mercadillos, festival solidario en el botánico... Ahora todo es virtual pero no es lo mismo.
– Dentro de todos esos proyectos, ¿qué es lo más gratificante?
– Aquí se trabaja mucho porque nos llena. Son personas jóvenes. A partir de 21 años. Trabajar con ellos es una sonrisa. Con lo más mínimo te lo agradecen. Cuando consigues un poquito de algo tiene mucho más valor que en otros trabajos. Los beneficios que sacas con este trabajo y esfuerzo vale la pena porque lo disfrutan mucho. Nos gustaría hacer muchas cosas más pero ahora estamos limitado. Es una pena que las asociaciones tengamos que hacernos cargo de mejorar la vida de estos jóvenes y no podemos hacerlo tan bien como queremos y los perjudicados son ellos. Hay familias que también están mejor y otras peor. Quien menos tiene es el más perjudicado.
– Una asociación que ha celebrado hace nada sus 25 años, ¿Cuál es el futuro?
– Hay que olvidar lo del Covid porque se supone que tiene que acabar. En mente tenemos espectativa de hacernos un centro ocupacional. Incluso si es posible queremos concertar plazas. El centro tiene mucha demanda más allá de los chicos con los que trabajamos. En esta situación han entrado tres chicos y lo que queremos ampliar las plazas. Tenemos 24 chicos ahora mismo y queremos ampliar. El futuro es mantener a la asociación en un equilibrio, ofrecer cada vez mejores servicios.