La Asociación Cordobesa de Enfermos de Artritis Reumatoide (ACOARE) ha cumplido 25 años en activo y ha ofrecido una fiesta con una celebración aún más importante en el centro: la de los avances en el tratamiento de la enfermedad. «Ahora el dolor de las articulaciones no nos paraliza gracias a nuevos medicamentos», ha expresado su presidente Juan Manuel Luque, quien padece desde hace 56 años esta patología inflamatoria.

Él mismo ha afirmado que en este cuarto de siglo se han producido grandes cambios y muchos aspectos. Los tratamientos han logrado hacer soportable los síntomas de la artritis, el diagnóstico también se ha facilitado «pero lo principal, la curación, siempre será una asignatura pendiente». En este sentido, la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Marina Álvarez, señaló con motivo de la celebración de ACOARE que «la atención a este tipo de patologías ha evolucionado mucho, tanto en la dotación de recursos como en los modelos de atención, gracias al desarrollo de la investigación y el abordaje clínico».

Y Álvarez también quiso poner en valor el movimiento asociativo, «que facilita la normalización de la vida diaria de una buena parte de las personas afectadas». Desde la asociación promueven jornadas informativas, cenas de convivencia y actos de concienciación que dan visibilidad e información sobre la artritis reumatoide. Pero lo más importante es la atención personal a cada diagnosticado que llega «enseñándoles a conocer mejor la enfermedad, los síntomas, a tratar con el médico y a sobrellevarlo en su día a día», ha subrayado Luque. Porque cuando se conoce la enfermedad, se combate mejor.

Como afectado por la patología, Luque ha comentado que «la artritis afecta a todos los órganos vitales, incluidos los ojos, y nos incapacita, que es lo que más miedo da; perder la autonomía. Porque yo tengo las manos tremendamente feas, pero estoy orgulloso de ellas porque me sirven y esto es posible por los fármacos. Yo me atrevo incluso a hacer decenas de kilómetros con la bicicleta y me siento satisfecho».

El proyecto de ACOARE desde el primer día de su fundación es conseguir conocer el origen de la enfermedad y evitarla. «Pero eso es tarea de la ciencia, que depende de las inversiones que se hagan», ha lamentado Luque. A este respecto, la consejera de Salud remarcó que Andalucía cuenta con el Plan Andaluz de Enfermedades Reumáticas y Musculoesqueléticas, presentado el pasado mes de junio, que incluye líneas específicas para la formación y el desarrollo profesional, los sistemas de información, la comunicación y la participación ciudadana, así como la investigación y la innovación que «está modificando de manera muy importante el panorama terapéutico, a través de los medicamentos biológicos».

«Queremos abordar este reto de manera integral e integrada, desde la mejora en las condiciones y estilos de vida, el control de los factores de riesgo, el diagnóstico precoz y una atención de calidad, que garantice los aspectos de rehabilitación y recuperación funcional, así como el protagonismo de las personas afectadas y su entorno de cuidados», señaló Álvarez.

En la fiesta de ACOARE del sábado estuvieron también presentes la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, la vicerrectora de Vida Universitaria y Responsabilidad Social de la Universidad de Córdoba, Rosario Mérida, el presidente de la Sociedad Española de Reumatología, José Luis Andreu Sánchez, el diputado de Comunicación y Nuevas Tecnologías de la Diputación de Córdoba, Francisco Juan Martín, y la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Ángeles Luna Morales. Este acto fue el cierre de una jornada de talleres e intervenciones que celebran un camino recorrido lleno de éxitos y otro por hacer.