Acopinb organiza excursiones a su agro escuela para aprender sobre agricultura e inclusión
La Asociación para la integración de niños border-line y otras discapacidades (Acopinb) abre las puertas de su centro, convertido en una agro escuela, para enseñar técnicas de agricultura y jardinería al tiempo que se practica la integración real de sus chicos. En estas visitas se imparten talleres prácticos y se aprende con el testimonio profesional de los jóvenes de la asociación.
En la finca «El Aguilarejo», donde Acopinb desarrolla su actividad, reciben a grupos de alumnos de diversas edades para compartir un día entre naturaleza. «Tenemos buenas instalaciones y quisimos incluir un plan educativo para ofrecerlo a los centros. Un complemento curricular que forma en el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, hábitos saludables y alimentación ecológica», explica la directora de Acopinb, Charo Carmona.
Así se puso en marcha el programa de las visitas a su centro, al que han llamado «agroescuela ecológica» y que funciona desde hace un año aproximadamente. «Comienzan con una presentación sobre lo que hacen aquí nuestros chicos y después realizan una serie de talleres», explica Carmona. Desde plantar semillas hasta elaborar objetos con materiales reciclados incluso aprender algunas prácticas para el cuidado de animales en su granja. «Hay días en que los niños incluso pueden ver a las gallinas poner huevos», cuenta la directora como anécdota.
En el taller de «manualidades» elaboran maceteros y cestos que después se utilizan para las plantas que ven crecer. En el vivero, realizan semilleros y hacen la siembra, que después pasará a macetas y más tarde a la tierra donde crecerán hortalizas. Ahora por ejemplo empiezan con la huerta de primavera, por lo que las semillas de tomate están esperando para ser plantadas.
Todo esto es explicado por los trabajadores de Acopinb, sus asociados, que cada semana se preparan para impartir los talleres según la especialidad que mejor se le da. Además cuentan con la ayuda de monitores y voluntarios, que les asisten en la tarea de asumir esta responsabilidad de ser formadores. «Es a la vez una actividad para ellos muy positiva, les motiva y les acerca a la inclusión real». Que también la experimentan los alumnos.
Acopinb aprovecha también estas visitas para hablar de su voluntariado. Aunque la iniciativa de realizar cualquier actividad de forma altruista en la asociación es bienvenida, buscan también perfiles interesados en el mundo de la agricultura y profesionales de este sector que les ayuden a dar un impulso a su agro escuela. Este es un proyecto innovador con el que los jóvenes aprenden y ocupan su tiempo con actividades relacionadas en agricultura ecológica. Una formación que contribuye positivamente a su entorno y les forma para el futuro.