“la Caixa” lucha contra la pobreza infantil y la exclusión social impulsando tres proyectos de entidades cordobesas
Más de 1.100 personas, tanto niños y jóvenes en riesgo de exclusión social como adultos en situación vulnerable, serán las beneficiarias directas de las ayudas que la Obra Social ”la Caixa” ha concedido este año a tres proyectos sociales impulsados por entidades que actúan en la provincia de Córdoba. La aportación económica total a estos proyectos asciende a 93.470 euros.
Estas ayudas forman parte de la convocatoria de Lucha contra la Pobreza Infantil y la Exclusión social, la segunda en resolverse del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales 2019, que en el conjunto de España destina una inversión de 2,6 millones de euros a 109 proyectos con más de 46.000 beneficiarios directos.
El objetivo de esta convocatoria es impulsar proyectos dirigidos especialmente al ámbito de la infancia y la juventud que fomenten procesos de empoderamiento personal a partir de la implicación del propio beneficiario, potenciando la familia como centro de atención, favoreciendo el desarrollo integral y el proceso de inclusión de aquellas personas en situación de vulnerabilidad.
Por esta razón, se contemplan dos grandes ámbitos de actuación con unas líneas prioritarias muy concretas: Desarrollo social y educativo de niños y jóvenes en situación de pobreza, y sus familias, donde se prioriza el refuerzo educativo y de competencias personales, la atención psicoterapéutica, la transición a la vida adulta ylos bienes básicos como la alimentación, higiene y el equipamiento escolar, entre otros.
Otra línea fundamental es la promoción de la inclusión social para personas en riesgo de pobreza o exclusión, con atención psicosocial y el trabajo del empoderamiento personal junto con el desarrollo de competencias básicas.
Para la selección de los proyectos, además de evaluar los objetivos, la metodología y el impacto previsto, la Fundación Bancaria ”la Caixa” pone especial énfasis en aquellos que destinan tiempo conocer a cada individuo, potencian sus intereses, su corresponsabilidad, capacidad de elección e implicación. El empoderamiento de las personas destinatarias como agentes activos de cambio es crucial en el diseño, el desarrollo y la evaluación de las actividades. Sólo así se consigue un planteamiento integral, con una perspectiva holística de la persona.