La ONU pide que la prevención del suicido sea una prioridad en la política de Salud Pública de los paísess de salud
“Crear esperanza a través de la acción” es el lema de la campaña puesta en marcha por la la ONU para el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebró ayer en todo el mundo. Este año, este foro internacional al que pertenecen medio centenar de estados -entre ellos, España-ha indicado la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública.
"Todos nosotros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos, podemos tomar medidas para prevenir el suicidio". En este sentido, instan en su landing page o web creada para divulgar contenido de sensibilización y uso libre sobre la prevención del suicidio, a los gobiernos a que lleven a cabo en sus políticas sanitarias planes concretos preventivos para evitar que las personas lleguen a la decisión de quitarse la vida ante no ser capaces de hacer frente a los problemas emocionales de su día a día sea lo que sea que los lleve a ello.
"El objetivo general de este día es crear conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo.", precisa Naciones Unidas en su web donde indican que los objetivos incluyen promover la colaboración de las partes interesadas y el auto-empoderamiento para abordar las autolesiones y el suicidio a través de acciones preventivas. Esto se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades de los proveedores de atención médica y otros actores relevantes, difusión de mensajes positivos e informativos dirigidos a la población en general y grupos en riesgo como los jóvenes, y facilitando un debate abierto sobre la salud mental en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo, etc. También se anima a las personas que están contemplando el suicidio o se ven afectadas por él a que compartan sus historias y busquen ayuda profesional.
El suicidio se puede prevenir
Los suicidios y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no solo a las personas, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades. Los factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales y por uso de sustancias y las barreras para acceder a la atención médica, se han ampliado aún más con la COVID-19. Un año después del inicio de la pandemia, más de la mitad de las personas encuestadas en Chile, Brasil, Perú y Canadá informaron que su salud mental había empeorado.
Sin embargo, el suicidio se puede prevenir. Las principales medidas de prevención del suicidio basadas en pruebas incluyen restringir el acceso a los medios para el suicidio (por ejemplo , armas de fuego, pesticidas, etc.), políticas de salud mental y reducción del alcohol, y promover la información mediática responsable sobre el suicidio. El estigma social y la falta de conciencia siguen siendo los principales obstáculos para la búsqueda de ayuda para el suicidio, lo que pone de relieve la necesidad de campañas de alfabetización en salud mental y contra el estigma.
¿Qué actos se han llevado a cabo en Córdoba?
La Diputación de Córdoba, a través del Centro de Información Juvenil y en colaboración con el teléfono de la Esperanza, se suma a la celebración del Día Internacional de la Prevención del Suicidio con la organización de unas jornadas en las que agentes locales que trabajan en el ámbito de la juventud se han informado sobre cómo detectar, prevenir y tratar los problemas de salud mental que se están dando entre los jóvenes, especialmente a raíz de la pandemia.
Durante el acto, el delegado de Cohesión Social, Consumo, Participación Ciudadana y Protección Civil de la Diputación, Rafael Llamas, ha manifestado que "es fundamental incidir en la prevención, de ahí que tengamos que formar a nuestros técnicos que trabajan con los jóvenes”.
De igual modo, ha aprovechado para valorar el trabajo de los voluntarios del Teléfono de la Esperanza, sobre todo en la época de la pandemia, y ha insistido en que “es importante el trabajo en el entorno digital ya que con el aislamiento y la digitalización de nuestras relaciones se han incrementado exponencialmente los problemas de salud mental”.
Por su parte, Josefina Santos, delegada del Teléfono de la Esperanza de Córdoba, ha explicado que “nuestro trabajo es desde hace años la salud emocional a través de voluntarios formados y convencidos de que ésta es parte de la salud de la sociedad y de la prevención del suicidio”.
Durante la jornada ha tenido lugar una conferencia titulada ‘Prevención de autolesión y suicidio en adolescentes en la era digital’, a cargo de Luis Fernando López y Eva María Carretero. Ambos son psicólogos, co-directores y creadores del proyecto ISNISS de investigación, detección, prevención e intervención en conductas autodestructivas, autolesivas y suicidas.
De forma previa, de 09.30 a 11.30 horas, ha tenido lugar en la puerta principal del Palacio de la Merced una mesa informativa con retransmisión radiofónica a cargo de voluntarios del Teléfono de la Esperanza.
Datos de jóvenes y salud mental
Los principales trastornos entre los jóvenes son la ansiedad y la depresión, problemas que se ven agravados por la invisibilidad de este tipo de situaciones y por las situaciones vividas como consecuencia de la pandemia.
Las personas de 18 a 34 años son las que han frecuentado más los servicios de salud mental, han sufrido más ataques de ansiedad y han modificado más su vida habitual. Esta situación ha derivado en el incremento de pensamientos autodestructivos que pueden generar tendencia al suicidio. En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2017, el suicidio fue la primera causa externa de muerte en el país, siendo especialmente inestable la brecha de edad entre los 15 y 39 años.