Tiene un año y algo falla en su corazón. Pero Lucía vive en Venezuela y la situación del país hace imposible que su caso clínico se resuelva con éxito. Por eso viajará hasta Córdoba junto a su madre con el programa «Sana-sana» de la asociación Infancia Solidaria y necesitan una familia de acogida para el tiempo de la intervención y recuperación.

«Voluntad y tiempo» son los requisitos necesarios para recibir a Lucía y su madre en casa, afirma la coordinadora de voluntarios y familias de acogida de Infancia Solidaria, Araceli Delgado. La intención es que viaje a final de enero, pero la fecha para su operación va a depender de si tienen una familia para ellas o no.

El tiempo estimado de permanencia es de tres meses en adelante. «Normalmente, entre el diagnóstico, la intervención y recuperación, pasan como mínimo 90 días, pero todo depende de la evolución de la niña», explica Delgado. Aunque saben que tiene una cardiopatía, todavía no cuentan con un diagnóstico preciso, ya que serán los médicos del propio Hospital Reina Sofía los que valoren la situación.

Durante su estancia en Córdoba, la coordinadora de familias de acogida de Infancia Solidaria subraya que es importante cubrir la manutención pero también el acompañamiento. «Ayudar a interpretar las valoraciones médicas, seguir los tratamientos y ser un apoyo para afrontar este momento doloroso, como es la operación de una niña tan pequeña» son necesidades que hay que cubrir.

Lucía viajará como parte del programa «Sana-sana» que consiste en la atención quirúrgica a niños de países en vías desarrollo. Infancia Solidaria cuenta con la ayuda del Fondo de Cooperación Internacional y un convenio con el Hospital Reina Sofía para hacer posible la intervención, pero tanto el viaje como el tiempo, cariño y manutención durante la estancia siempre depende de encontrar fondos y voluntarios para la acogida.

Son ya unos 300 niños los que han viajado a diferentes puntos de España con este programa, que se puso en marcha en 2005. En los países de origen, detalla Delgado, cuentan con oenegés asociadas que les ponen en conocimiento de los casos más urgentes para gestionar el traslado y la intervención. Así ocurre en diferentes países de África. Sin embargo, en casos como este de Venezuela, son incluso las familias las que contactan con Infancia Solidaria en busca de una salvación para la vida de sus pequeños.