¿Qué queda después de dos años pintando para alimentar a niños de toda España?

El artista Carlos Arco inaugura una exposición sobre su maratón solidario de pintura con el que ha elaborado 400 cuadros y ha donado 20.000 euros

«Las sensaciones han variado mucho. Había miedo porque no sabía si iba a ser capaz de estar dos años sin parar de pintar y también porque tenía dudas sobre si se venderían las obras o no. Pero siempre he estado muy motivado», relata Carlos Arco, el artista que se propuso un maratón de cuadros y lo ha cumplido. Hoy inaugura su exposición final, en la que se puede ver parte del intenso proceso de producción y una representación de las obras.

Para Arco es muy importante esta muestra, pues representa el esfuerzo realizado durante los dos años que ha pasado firmando un cuadro por día. «El agotamiento se ha notado porque no todos los días te levantas con ganas de pintar pero el hecho de ver que se iban vendiendo, me motivaba», afirma el pintor. Del precio de sus obras, que estableció en 99 euros para que fueran asequibles, -«aunque por materiales, técnica y horas de trabajo se podría pedir hasta cinco veces más»- ha donado la mitad a Cooperación Internacional y sus proyectos de reparto de alimentos a niños y familias en toda España.

En total ha recaudado 20.000 euros que se han repartido en Andalucía, Galicia, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Canarias. Lotes para bebés, meriendas, packs de comida... son aportaciones muy variadas que cada comunidad gestiona pero que son el sustento para muchas personas desfavorecidas. Este ha sido el gancho para muchos compradores, el fin solidario. Aunque otros se han llevado un Arco simplemente por lo que expresaba el cuadro.

«Me han comprado de casi todas las ciudades de España, algunos en varias exposiciones y otros a través de las redes sociales. También hay varios Arco repartidos por el mundo, de compradores procedentes de Estados Unidos, Suiza, Costa Rica, Bélgica, Francia, Alemania e incluso Australia. Todos visitantes en Córdoba que han querido colaborar», cuenta orgulloso el artista. Para él, los momentos inolvidables serán ver las reacciones de las personas a sus pinturas. «Algo que yo he concebido para que aporte alegría y positivismo, a otra persona le ha podido causar tristeza».

Para Carlos Arco han sido dos años de entrenamiento, pues está iniciando su carrera artística y reconoce que necesita «muchas horas de taller». La dinámica de hacer un cuadro cada 24 horas por obligación, ser preciso, ágil, decidido, le ha ayudado a conseguir resultados con rapidez y esa adrenalina le ha dejado con ganas de más. Por eso se plantea realizar otro reto similar, con fin solidario, pero fuera de España, «quizás en Latinoamérica».

La exposición permanecerá hasta el 22 de junio en la sede de la Asociación Familiar Alcorce Club Juvenil, en la calle Manríquez, 11. En ella hay murales con las obras de la maratón, material audiovisual de los dos años de proceso y esculturas realizadas con materiales que se han empleado en la producción de las obras. Todo representando la satisfacción que queda después de dos años pintando para alimentar a niños de toda España.

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