Miedos de los menores en riesgo de exclusión social
Un estudio realizado por el Instituto Provincial de Bienestar Social (IPBS) sobre la experiencia del confinamiento en familias con menores en riesgo concluye que la mayor causa de estrés la causó la imposibilidad de ver a sus familias (35 por ciento de los encuestados) por encima de la situación económica o el miedo a contagios por el Covid19.
Según ha explicado el presidente de este organismo de la institución provincial, Francisco Ángel Sánchez, los resultados de las encuestas sobre las que se ha realizado el estudio ponen de manifiesto que "el confinamiento ha tenido también efectos positivos en estas familias, ya que ha permitido estrechar lazos, realizar actividades con los menores y trabajar mejor los afectos y la convivencia".
En este sentido, ha señalado el presidente del IPBS, “más de la mitad ha destacado como positivo poder pasar más tiempo con los niños y niñas, y el 65 por ciento ha logrado establecer normas en casa para evitar discusiones y conflictos”. Los Equipos de Tratamiento Familiar (ETF) han destacado que se produjeron cambios en las dinámicas familiares que han implicado un sentimiento general de competencia para el manejo de situaciones complejas, lo que conlleva una mejora de la autopercepción de las propias familias, "algo que es muy positivo en clave de futuro”, ha recalcado Sánchez.
El V Encuentro de Equipos de Tratamiento Familiar (ETF), celebrado el pasado 16 de diciembre bajo el título ‘"Nuevas realidades para el tratamiento familiar", en el que participaron profesionales de toda Andalucía, ha reconocido como iniciativa pionera este estudio del IPBS, no solo por sus resultados, sino también por ser una propuesta pionera de análisis sistematizado, susceptible de ser emulada por equipos de otras provincias.
El diputado provincial ha destacado que durante el confinamiento, los ETF, que trabajan para evitar situaciones de desprotección en familias en las que los Servicios Sociales, "han detectado situaciones de riesgo para sus menores, se esforzaron por prestar asesoramiento y asistencia, facilitando información veraz y comprensible sobre la realidad derivada de la pandemia y poniendo a su alcance los recursos necesarios desde el IPBS”.
Al mismo tiempo, ha indicado Sánchez, “se decidió estudiar cómo estaba afectando la situación a estas familias, y para ello se recabó formación a través de una encuesta con 24 preguntas sencillas sobre cuestiones diversas, como el estado de las viviendas, el acceso a medios telemáticos o las dificultades de las tele-enseñanza. “Pero también se preguntó sobre los cambios que estaban experimentando en sus hábitos de vida y sus rutinas, los niveles de estrés o los problemas de convivencia”, ha remarcado.