Las onegés de Córdoba no ven mejoras en la erradicación de la pobreza

Colectivos como Cruz Roja, Cáritas, Banco de Alimentos o Prolibertas atendieron a miles de personas el año pasado

Los datos de las principales ONGs de ayuda social de Córdoba corroboran los altos índices de pobreza en la provincia, divulgados por el informe «Urban Audit Habitat» del Instituto Nacional de Estadística (INE). Cada vez son más necesarios los recursos de las organizaciones que trabajan de forma altruista para aliviar las penurias de miles de familias cordobesas y desde las asociaciones se muestran pesimistas ante la posibilidad de que la situación cambie.

Cruz Roja es la mayor de las ONG que actúan en esta zona, al menos en el ámbito de la acción social y por número de beneficiarios. En 2017 atendió a más de 92.000 personas, lo que ha supuesto un incremento del 34 por ciento respecto del año anterior, de acuerdo con su memoria de actuaciones presentada en julio. El dato es importante porque supone que prácticamente uno de cada ocho habitantes de la provincia recibió ayuda de esta ONG con presencia en todo el mundo.

De todas ellas, más de 23.000 personas recibieron apoyo por estar en una situación de extrema vulnerabilidad; son aquellas que, por efectos de la crisis, ya no pueden pagar recibos básicos como la luz, el agua, la hipoteca, la comunidad... Y están a punto de verse abocadas a vivir en la calle. Y fueron 2.000 personas más que en el año 2016.

Otra de las grandes ONG que actúa en la provincia es Cáritas. Aunque sus cifras de atención son inferiores a las de Cruz Roja, la asociación de la Iglesia católica cuenta con una amplia red de centros y colaboradores por toda la provincia que le permite llegar a donde otros colectivos no pueden. Así, el año pasado atendió a 20.000 familias cordobesas, además de a un millar de personas que viven en la calle, el colectivo más desfavorecido y sin recursos para atender las necesidades más básicas, como alimentación, hogar o ropa.

También es destacable el trabajo del Banco de Alimentos Medina Azahara, ONG que cubre una de las necesidades esenciales de los más desfavorecidos, como es la alimentación. Sus datos son también indicadores de los niveles de pobreza. En 2017 recibieron productos alimenticios más de 27.000 cordobeses, la mayoría de ellos a través de los 118 centros de Cáritas, lo que demuestra la colaboración entre las propias organizaciones.

El año pasado, el Banco de Alimentos repartió 4,4 millones de kilos de comida en la provincia, una cantidad inferior a la de 2016, pero no porque las necesidades de la población hayan disminuido, sino porque, como recuerda el presidente de esta ONG, el año anterior hubo «donativos extraordinarios». Y aun así, cada uno de los beneficiarios recibió de media 168 kilos de comida, suficiente para tres meses de alimentación.

La última de las ONG cordobesas en presentar sus datos ha sido la Fundación Prolibertas, promovida por la Orden de los Trinitarios, que aunque ofrece datos mucho más modestos no son por ello menos encomiables. Su comedor social atendió a más de 1.500 personas el año pasado (15.000 almuerzos, 3.200 desayunos y 16.300 paquetes de comida) y según los responsables de esta ONG sigue la tendencia de los últimos años por la que los españoles que demandan atención en sus instalaciones superan a los extranjeros.

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