Parece un concepto sencillo, conocido por todos: el voluntariado es darse a los demás. Esto, que puede ser la definición que ronda en nuestro pensamiento, tiene una serie de matices que dan complejidad a la actividad y que, por tanto, ni cualquiera ni de cualquier forma puede realizar un voluntariado.

Por esto y por el desconocimiento que existe, la Plataforma del Voluntariado de Córdoba organiza de forma periódica durante el año cursos de iniciación. Información básica pero fundamental para los nuevos colaboradores. El próximo será el 24 y 31 de enero de 10:00 a 13:00 horas en la sede de la Plataforma.

“Nos hemos dado cuenta de lo importante que es formarse antes  de comenzar un voluntariado. Existe una ley específica sobre voluntariado que recoge derechos y deberes para el colaborador y la entidad, y que es el marco en el que se debe regir la actividad. Muchas personas desconocen esta legislación y otros muchos detalles que implican esta aportación”, explica María Pineda, integrante de la Plataforma del Voluntariado de Córdoba.

La propia ley nos dice lo que sí es hacer voluntariado y lo que no. “No todas las actividades que consideramos solidarias, de ayuda a otros y sin remuneración, son voluntariado. Dedicar tu tiempo libre a quitar basura de una playa, no es voluntariado. Ayudar a llevar la compra a tu vecino inválido tampoco, ni dar un donativo. Para que sea un voluntariado es necesario que haya una organización que de alguna manera coordine esa actividad en la que el colaborador se involucra”, aclara Pineda como uno de los aspectos que se desconoce sobre el voluntariado.

También subraya la ignorancia de derechos y deberes por parte del voluntario. “Se tiene la concepción de que el ser voluntario no te exige nada, pero aunque es algo que se elige, te compromete. Dedicas el tiempo que quieras, pero lo tienes que hacer de forma responsable y manifestando tu compromiso”, insisten desde la Plataforma del Voluntariado.

Por eso antes de comenzar la actividad, se firma un acuerdo de incorporación donde queda constancia de la actividad que va a realizar el nuevo colaborador, el tiempo que le va a dedicar y todo lo que va a implicar. Este detalle, el hecho de expresar por escrito la colaboración del voluntario, es uno de los que más formalidad le dan a la actividad y de los que “hace que se tome más en serio”.

Del mismo modo que uno acepta una serie de obligaciones, también debe conocer sus derechos. Según Pineda los voluntarios ignoran, por ejemplo, que tienen derecho a ser formados antes de empezar una acción voluntaria. “No sabemos de todo en todas las facetas de la vida y tenemos que aprender. Esta formación es responsabilidad de la entidad en la que se colabora”. Asimismo se desconoce que los voluntarios tienen un seguro de accidentes “por lo que pueda ocurrir en el ejercicio de su actividad. Esto también por cuenta de la asociación. ¿A que el voluntariado es una cosa seria?”, se pregunta Pineda.

Tanto que las entidades pueden incluso “despedir” al voluntario si no realiza correctamente su actividad. “Se le invita a  no continuar colaborando. No todo el mundo que quiere dar su tiempo es apto para hacerlo, y según qué actividad. En el voluntariado lo más importante son las personas a las que atendemos y hay que velar por ellos ante todo.

La Plataforma del Voluntariado de Córdoba ha formado en el último año a unas 150 personas y sus cifras revelan que “cada año aumenta el grupo que se inicia en este tipo de colaboración”. El próximo curso, que será gratuito, tiene plazas limitadas y se puede realizar la inscripción en el teléfono 957454717 y en el correo plataforma@voluntariadodecordoba.org.