Desde primera hora de la mañana, fueron bastantes los cordobeses que se acercaron al mercadillo de la Fundación Prolibertas, el Comedor de Trinitarios, preparado días antes por un nutrido grupo de voluntarios que se afanaron por que todo estuviese perfectamente clasificado, higienizado y ordenado. Una decena de puestos ofrecían desde libro, a complementos, ropa de segunda mano y también moda para bebé en el patio de Casa Libertad, en la calle Sagunto.

El toque natural lo puso Acopimb, una asociación cordobesa que trabaja para la promoción personal y laboral de personas con discapacidad, que vendió incluso antes de la hora prevista todas sus macetas de flores, hierbas aromáticas y manualidades. La entidad cuenta con un huerto que es llevado por sus usuarios que, a la vez que aprenden el manejo de las herramientas del campo, aumentan su autonomía personal.

Durante todo el año, Prolibertas cuenta con un servicio de ropero para sus usuarios, personas sin hogar de la ciudad, y recibe ropa que higieniza siguiendo un protocolo estricto de seguridad, clasifica y gestiona para las personas que lo necesiten además de su conocido comedor social en el que diariamente reparten almuerzo y cena para las personas sin hogar o sin recursos para alimentos.