Teléfonos de SOS de ayuda psicológica GRATIS: 717 003 717 / 900 107 917 / 900 533 047
Nada conforta más a un ser humano que la experiencia de sentirse escuchado. Quien tiene a su lado alguien en quien poder depositar sus cuitas, sus temores, sus esperanzas o sus ilusiones… puede considerarse afortunado insisten desde la onegé de voluntariado y acción social cordobesa el Teléfono de la Esperanza. Sencillamente porque solo así se siente reconocido, sólo así toma conciencia de que tiene alguna relevancia para el otro, únicamente así espanta los fantasmas de creer que, es para los demás, alguien absolutamente irrelevante
A caballo entre el siglo IV y III antes de Cristo vivió Zenón de Citio, filósofo notable que fundó la escuela estoica en torno al año 300. Había nacido en Citio o Ciceo en Chipre, pero fue en Atenas donde desarrolló su vida intelectual. Dice de él Diógenes Laercio que se tomó 20 años de reflexión antes de atreverse a hablar en la famosa puerta, al noroeste del Ágora, donde, según la tradición, se reunían los poetas de la época.
No es extraño que hombre tan prudente nos legara una sentencia digna de la mayor consideración: “Se nos han dado dos orejas y una sola boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos”.
No parece que tan sensato consejo sea demasiado practicado. La mayoría de la gente hablamos mucho más de lo que escuchamos. Quizá porque no resulta fácil empatizar con el otro, olvidarse, siquiera por algunos momentos, del torbellino de ideas que pueblan nuestra mente y ponerse en disposición de acoger, desde la proximidad emocional y el respeto intelectual, los mensajes que nos hacen llegar las personas que nos rodean. No, no es fácil escuchar… De hecho, una de las quejas más frecuentes de quienes asisten a terapias o participan en grupos de desarrollo personal es que no se sienten escuchados. Verdaderamente escuchados por sus maridos o mujeres, por sus hijos, por sus padres, o por quienes se dicen sus amigos.
Para responder a esa realidad, la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza mantiene abierta durante todo el año la línea de atención especializada 717 003 717 que trata de estimular en los llamantes sus capacidades de afrontamiento de las crisis por las que pueda estar atravesando. Desde una escucha activa y respetuosa, "en la que son formados y entrenados, los profesionales que prestan su colaboración en el servicio de orientación telefónica, tratan de establecer con los usuarios un clima de aceptación y confianza que les permita explorar sus propios sentimientos y conectar con sus verdaderas necesidades", indican desde la oengé.
En este sentido, tratan de que la persona desconocida que está al otro lado de la línea telefónica se sienta escuchada, no juzgada, comprendida, no criticada, aceptada, no evaluada.
Porque en el Teléfono de la Esperanza se tiene la certeza de que haciéndolo así, las personas serán capaces de descubrir los recursos personales de que disponen para afrontar, con las mayores garantías de éxito, las dificultades por las que atraviesan. El 60 por ciento de los llamantes considera que su demanda ha sido satisfecha mediante la orientación que se les ha brindado a través del teléfono. El 40 por ciento restante es invitado a acudir a las diversas sedes para ser atendidos por los expertos más adecuados en función de la problemática que presentan o derivados a otros servicios cuando sus necesidades o demandas especiales así lo aconsejan. Y un amplio 90 por ciento manifiestan gratitud porque se han sentido acogidos, escuchados. Han tenido la reconfortante experiencia de que alguien ha sabido contactar con su mundo interior desde el respeto y la comprensión.
Asimismo, la institución humanitaria internacional Cruz Roja también cuenta con la línea de atención psicológica 900 107 917 donde profesionales con formación en escucha activa y especializada atienden a toda la persona que lo necesita las 24 horas.
Además, gracias a la colaboración de los Colegios Oficiales de Psicología de Andalucía, en la línea 900 533 047 han dado respuestas profesionales voluntarios capaces de garantizar una atención psicológica de calidad, ajustada a criterios éticos y profesionales, en horario de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00, de lunes a sábado.
