El Programa de Voluntariado CaixaBank cuenta entre sus ejes prioritarios con la ayuda al colectivo infantil más desfavorecido. En el marco del Día Mundial de la Lectura, el equipo de voluntarios CaixaBank presenta el balance de uno de sus proyectos transversales denominado “Acompañamiento en la lectura”, que el año pasado benefició a 38 menores vulnerables en Andalucía.

Mediante esta actividad, un centenar de voluntarios compartieron una hora de lectura a la semana, adaptándose a los intereses y las necesidades de cada uno de los menores. Con esta iniciativa, la entidad busca generar conciencia sobre la importancia de la lectura para así estimular a los estudiantes a adquirir múltiples conocimientos y, al mismo tiempo, luchar para paliar el fracaso escolar que supone tener dificultades en esta habilidad.

Gracias a la colaboración de cuatro entidades sociales y colegios de la región, el programa de Voluntarios CaixaBank pudo adaptar estas sesiones al entorno online, lo que ha permitido continuar con el seguimiento presencial que se hacía antes de la pandemia.

En el conjunto de España, durante el año pasado alrededor de 160 voluntarios CaixaBank realizaron más de 150 talleres por todo el territorio, generando más de 1.500 horas de acción solidaria y beneficiando a unos 600 menores de entre 9 y 12 años.

La comprensión lectora, clave para reducir el fracaso escolar
Según el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, aproximadamente el 14% de los alumnos finalizan primaria con un nivel bajo de comprensión lectora. Al mismo tiempo, según el informe PISA cerca del 15% de los alumnos que finalizan la ESO tienen dificultades a la hora de comprender y retener la información que leen. Este es un factor clave en el abandono prematuro de los estudios y en la perpetuación de las desigualdades.

Como parte de la respuesta a este problema, el Programa de “Acompañamiento en la lectura” de los voluntarios CaixaBank, tiene como objetivo incrementar el éxito educativo de los niños y las niñas a través del fomento del hábito de la lectura y el trabajo de comprensión lectora desde un enfoque lúdico, interactivo y personalizado. Por ello, cada voluntario trabaja para estimular el interés por los libros según las preferencias e intereses de cada menor. Los voluntarios se convierten en referentes para los menores, y generan diversas dinámicas para captar su atención.