Voluntarios de “la Caixa” animan el verano de los menores hospitalizados en el Reina Sofía

La Ciber Aula del centro sanitario abre por las tardes para ofrecer juegos y un rato de desconexión a los niños que pasan el verano ingresados y sus familias

La Ciber Aula del Hospital Universitario Reina Sofía es un espacio de desconexión. Una sala en la que se entra para reír, jugar y olvidar que el verano pasa mientras estas ingresado. Esto es lo que quieren hacer sentir los voluntarios de "la Caixa" que han acudido durante julio y agosto al centro sanitario para animar el verano de estas familias.

Entre diez y doce voluntarios de la entidad bancaria, junto con otros de diferentes asociaciones, han cubierto por turnos las tardes del verano en este espacio donde hay películas, juegos de mesa, también de ordenador, futbolín, minigolf y muchas ganas de pasarlo bien.

Desde los voluntarios expresan la gran recompensa que reciben del tiempo compartido. "Vas porque piensas que les ayudas y al final te lo pasas tan bien como ellos", apunta un Pablo Linares. Para las familias, y en especial los padres, también es un tiempo de desconexión en el que incluso disfrutan del ambiente que se crea en el aula, por lo que se muestran muy agradecidos con la labor de estos colaboradores.

Menores desde 3 años hasta 16, hospitalizados por diferentes motivos, comparten las tardes también con hermanos, primos y amigos que les visitan en el hospital. La Ciber Aula es un espacio para la convivencia, para salir del hospital sin cruzar las puertas. 

En España hay un total de 55, equipadas con recursos informáticos y educativos, y cuentan con espacios diferenciados donde los padres o familiares de los menores puedan charlar y relacionarse, una zona de lectura y un área infantil diseñada para el ocio y el juego de los más pequeños.

La Ciber Aula del Hospital Reina Sofía se inauguró en 2006 y mantiene durante el año una serie de monitores que organizan iniciativas lúdicas y también educativas para los menores. Las CiberCaixa, el nombre que reciben estos espacios, están dirigidas a minimizar el impacto emocional y escolar que para los menores enfermos y sus familiares se deriva de un ingreso hospitalario de larga duración.

 

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