El emotivo adiós de los amigos de Álvaro Prieto: «Nunca diste un partido por perdido»

Sus amigos han vivido con desesperación estos momentos. Los que tuvieron la ocasión de acompañarlo la noche y madrugada del miércoles 11 al jueves 12 aún más, por la cercanía de los últimos momentos compartidos en una fiesta en la discoteca sevillana Theatre. Igual que sus compañeros del juvenil A del Córdoba CF.

Horas muy angustiosas que han compartido juntos en la casa de Álvaro, el amigo con quien estuvo sus últimas horas en una fiesta sobre la que se ha especualdo mucho pero a la que el entorno y amigos de Álvaro Prieto repiten una y otra vez que «fue una noche normal». Evitando la aparición pública han intentado mantener absoluta discreción y han optado por la reclusión y en algunos momentos la oración en capillas como las del colegio de las Esclavas de Córdoba.

Este lunes se reunieron todos ellos para buscar el consuelo por la pérdida del amigo y transmitir, a través de las palabras de una de las madres que a su vez ha ejercido un poco las funciones de portavoz de la familia en estos días, expresar lo que sienten en unos momentos tan duros.

«España entera te llora, España ha sido tú madre, tu padre, tu amiga. Y ahora España entera reza a tu familia, reza a tus amigos. Para sostener a los que no entendemos lo absurdo, lo innecesario e inexplicable, lo injusto de este partido que nos ha tocado jugar».

«Y es que tu nunca jamás diste un partido por vencido, por eso querías regresar a casa, sin dar ruido. Sin preocupar a nadie. Queremos presumir con orgullo de haber sido amigos de Álvaro Prieto».

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Esta madre, cuyo hijo compartió esas horas de fiesta en Sevilla con Álvaro Prieto, manifiesta en un escrito divulgado por redes sociales, que «se empeñan en decirnos que estos jóvenes de en día no tiene valores, también nos cuentan que ellos, de 18, son de otra generación. No lo compro, lo siento».

«Estos son tus amigos Álvaro, que bien elegiste chaval. A mí que no me cuenten más que ellos no saben hacer bien las cosas, que ellos no entienden de amor, que no saben llorar, que solo van a lo suyo y a vivir la vida, no, estos chavales no», concluye.