Cultura
Las raíces andaluzas de Quino, el creador de Mafalda
El dibujante era hijo de padres de Fuengirola, que emigraron a Argentina para buscar fortuna

Joaquín Salvador Lavado Tejón pasó a la historia de la literatura en español como «Quino» . Es el padre de Mafalda, la niña creada para promocionar lavadoras que se erigió como la conciencia del siglo XX. El autor murió a los 88 años ... este pasado miércoles en Mendoza (Argentina). Dibujante de raíces andaluzas en cuya partida de nacimiento se reseñaba que sus padres eran oriundos de Fuengirola. Una familia con una abuela comunista y unos padres republicanos que emigraron para probar fortuna a Argentina.
Hay quien atribuye al propio Quino unas palabras en 2013 en el Salón Internacional del Cómic de Granada donde contaba que nació en esta localidad andaluza. Allí habría dicho que emigró con cuatro años, después de la Guerra Civil, por motivos políticos de sus progenitores. Sin embargo, los datos oficiales sobre la familia del autor sitúan la marcha a Argentina en 1919 y su n acimiento en Mendoza el 17 de julio de 1932 , aunque también hay quien dice que lo hizo en agosto.
Sea como fuera, «Quino» siempre tuvo presentes esas raíces malagueñas, más de niño, cuando convivía con sus padres y sus tíos, que echaban de menos la tierra que tuvieron que abandonar. Siempre reconoció que habló con marcado acento andaluz hasta que llegó a la escuela . Tras quedarse huérfano en la adolescencia, mantuvo la querencia por la tierra natal de sus progenitores. Donde el dibujante Pachi Idígoras pidió el pasado miércoles que se le rindiera homenaje en algún espacio público. Algo que ya intentó su hermano Ángel Idígoras hace años sin que la idea acabara de cuajar.
En aquel entonces el Ayuntamiento trató de recuperar estas raíces en varias ocasiones , para hacer unas estatuas que le recordaran en un espacio público. Rodrigo Romero, concejal de Cultura, explicaba ante la nueva petición que habían intentado contactar con el autor varias veces . Relató que hubo una aproximación con su familia, con su representante e, incluso, fueron a la Universidad de Alcalá de Henares, que tiene una cátedra de Humor Gráfico, buscando su mediación para intentar acercarse a Quino.
Al final, el proyecto quedó descartado por varios motivos . Hay quien lo achaca a la salud del autor y quien culpa a fallos en un acuerdo sobre cómo debían ser las estatuas que se iban a ubicar. En la actualidad, el Consistorio explica a ABC que no descarta que se haga alguna acción en memoria de Quino en el futuro.

Sería una forma de resarcir el mal sabor que le dejó su única visita conocida a Fuengirola. En 1977 reconoció que había vuelto a la ciudad siendo adulto, sin ser reconocido. Dijo que paseó por las calles de Fuengirola desilusionado . La razón era que el pueblo de pescadores que sus padres y tíos le habían retratado ya no existía. Lamentaba la sensación que le produjo encontrar que Fuengirola había sido transformada por el turismo , los edificios altos y los carteles en holandés o sueco.
En aquella ocasión contó cómo buscó el castillo en el que su madre le había contado que jugaba de pequeña , para «sacar algunas piedrecitas del suelo», que luego llevó a Argentina como recuerdos para la familia. «Era lo único que seguía igual», aseguraba el autor sobre estos recuerdos.
Raíces que le sirvieron para obtener la nacionalidad española en 1990 , después de exiliarse a Milán tras el golpe militar en Argentina en 1976. Época en la que era ya un dibujante internacional contrastado, que había comenzado a dibujar de niño, fascinado por los garabatos con lápiz azul que hacía su tío Joaquín Tejón , por el que sus parientes comenzaron a llamarlo Quino como forma de diferenciarlos a los dos en una familia que se mostraba fascinada por el arte, el dibujo o la música, «llena de Joaquines y Salvadores».

Fruto de esas pasiones nació uno de los dibujantes más ilustres del siglo XX que, en 2014 fue reconocido con el premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y de las Humanidades . «Por la sangre» que le dieron sus padres dijo sentirse muy emocionado y agradecido a España, donde fijó residencia en Madrid, junto con Mendoza y Buenos Aires. Su obra cumbre fue Mafalda , cuyas viñetas han sido traducidas a más de 30 idiomas, además de adaptadas al cine y la televisión.
Las primeras publicaciones comenzaron en un semanario de Buenos Aires en 1964. En Europa desembarcó en 1969 de la mano de Umberto Eco, que definió a la protagonista como una «heroína iracunda» . En 1973, Quino dejó de dibujarla, aunque el interés por Mafalda ha seguido vigente hasta la actualidad, con sus libros reimprimiéndose y adaptándose a las nuevas tecnologías. Manteniendo la vigencia de su sátira con una visión irónica y negra de la vida, que siempre dijo que procedía de sus padres en Fuengirola. «Tuve la suerte de tener una familia andaluza y allí había mucho sentido del humor» , remarcó ante otro periodista.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete