Plan contra las listas de espera: Andalucía destina 734 millones de euros para concertar pruebas y operaciones
La Junta estrena un nuevo sistema de contratación más ágil que permitirá reducir la demora sanitaria
Andalucía es la tercera comunidad que menos gasta en conciertos de sanidad de España

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha sacado a licitación dos «acuerdos marco» por valor de 734 millones de euros para concertar tanto pruebas diagnósticas como intervenciones quirúrgicas. Para las primeras el SAS destina 201 millones de euros; para el segundo, 533 ... millones, según los pliegos a los que ha tenido acceso ABC.
Si se ejecuta todos esos fondos presupuestados para dos años -prorrogables a otros dos-, calculan desde el Gobierno andaluz, podrían vaciarse todas las listas de espera de quienes están fuera de los plazos que garantiza la normativa sanitaria de la comunidad porque al esfuerzo del SAS se sumará el de los centros concertados.
Este plan de choque contra las demoras en la sanidad andaluza tendrá más capítulos. Porque, adelantan desde Salud, a los contratos marco de pruebas diagnósticas y de intervenciones quirúrgicas le seguirán otro de estancias médicas para pacientes crónicos, mayores o en paliativo y uno más de salud mental aunque, reconocen desde el SAS, en la comunidad «no hay suficientes centros privados de este tipo en algunas provincias».
Esa es una de las razones por las que los pliegos del SAS permiten, por primera vez, que se pueda concertar en cualquier provincia. Es decir, a un paciente que espera operarse en Jaén se le puede ofrecer ir a una clínica de Córdoba. Hasta ahora, explica Alfonso García, adjunto al gerente del SAS, eso no era así y había provincias donde era imposible concertar.
Además de entre provincias, la concertación se abre en este proceso a otras comunidades limítrofes con Andalucía. Es el caso de Badajoz, Ciudad Real, Albacete y Murcia, al norte de la comunidad y con frontera directa con Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada y Almería. Desde el SAS subrayan que, aunque han presupuestado 734 millones de euros para externalizar actos médicos, eso no quiere decir que se tenga que gastar todo ese presupuesto. Porque, al tratarse de un programa anual, si en los primeros 12 meses se cubre la demanda de una intervención o prueba, se puede parar la concertación y el sistema público trabajaría en solitario en ese caso.
Así, el sistema de contrato marco «permite que si por ejemplo licitamos mil operaciones de prótesis de cadera en Sevilla el año que viene y con eso se normaliza la lista de espera de esta cuestión, al año siguiente no se cierre acuerdo de esta cuestión», señala el Servicio Andaluz de Salud.
Mamografías o cataratas
En el caso de las pruebas quirúrgicas, el SAS ha sacado a licitación hasta 13 procedimientos entre los que están endoscopias, colonoscopias, polipectomía endoscópica, ecografías, resonancias magnéticas, tomografías, eletromiografía, mamografías, gammagrafias y lectura y emisión de informes de radiodiagnóstico.
En total el gasto máximo para los cuatro años que contempla el programa es de 201,11 millones de euros y recoge, indican desde el SAS, «las pruebas más prevalentes en la lista de espera». Esto es, las que necesitan un empujón para ponerse al día.
En el caso de las intervenciones, se conciertan muchas más cuestiones. Hay en el pliego publicado por el Sevicio Andaluz de Salud fusión lumbar, reparación de hernias, mamoplastia de aumento, reconstrucción de mama, injertos de grasa en la mama, mastectomía de masculinización en el contexto de la reasignación de sexo, vaginoplastias; inserción de prótesis de pene; artroscopia; estabilización de rótula; fisioterapia; reparación de luxaciones; sustitución de cadera; cataratas; varices; o circuncisiones.
En este caso el presupuesto máximo es de 533,33 millones de euros. Eso incluye los dos primeros años de concertación y dos más de prórroga, señalan desde la Consejería de Salud.
Procesos «más ágiles»
Ambas licitaciones estrenan además un modelo nuevo de asignación de contratos públicos. El sistema tiene dos fases: una primera que cribará las compañías sanitarias en base al precio y calidad que ofrecen por lo servicios y otra en la que se aplicará un nuevo cálculo para elegir de forma ágil a la ganadora del contrato. Así, explica el adjunto al gerente del SAS, se consigue que los trámites sean «más ágiles» y, por lo tanto, que se acelere la atención a los ciudadanos.
La primera fase de la externalización de los servicios médicos ya se ha abierto. Supone la publicación de los lotes que se quieren asignar a empresas sanitarias, el registro de las ofertas y el baremo de las mismas. En este punto del proceso el precio que oferten las compañías contará solo el 20 por ciento de la puntuación. Cuestiones relacionadas con la calidad del servicio serán el grueso del baremo: sumarán el 80 por ciento de la 'nota'.
Esto tiene una explicación sencilla, señala García. Al reducir el valor de la oferta económica -que siempre debe estar por debajo del tope que fija Salud-, se garantiza que «el paciente recibe la mejor atención» y que la parte económica no menoscaba la calidad del servicio médico.
Hecho el baremo, pasan a la siguiente fase las empresas sanitarias que superan una especie de «nota de corte». Ya están habilitadas. Pero no tienen aún asignado un contrato.
Eso ocurre en la segunda fase, señalan desde la dirección del SAS. Es entonces cuando se ofertan los lotes -cien endoscopias en la provincia de Málaga en 2024, por ejemplo- y se reevalúa a las empresas interesadas. Aquí se les pide que den una nueva oferta económica que no puede ser superior a la que ofertaron en la primera fase. Además, en este punto la parte económica vale el 49 por ciento de la baremación. La calidad, el 51 por ciento. Así, sabiendo ya por la primera fase que las empresas cumplen con la calidad, el SAS consigue ajustar más el precio de los servicios médicos.
Este sistema, que desde Salud defienden que es más ágil, tiene además una comisión de control para cada contrato. Así, si un centro sanitario se retrasa en las pruebas o no proporciona los estándares de calidad fijados, se pueden poner sanciones o incluso rescindir el acuerdo.
El adjunto al gerente del SAS defiende que «la concertación ha existido siempre en Andalucía». También con el PSOE, señala. Y defiende que este sistema de gestión permite «aprovechar los recursos de la privada» para atajar las listas de espera donde la pública no llega.
Porque, indica García, el SAS tiene máquinas para hacer pruebas diagnósticas. Pero carece de tantos profesionales sanitarios como para hacer frente a la demanda existente. Esto lo han defendido la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, y el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en numerosas ocasiones. Andalucía, han señalado en muchas ocasiones, tiene las bolsas de determinadas especialidades médicas vacías. Por eso, señalan, la necesidad de trabajar codo con codo con la privada. Salvo en la cirugía oncológica. «Eso sí que no lo vamos a concertar», afirma García.
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