Sanidad
Las secuelas del Covid en la salud mental saturan las consultas de especialistas en Andalucía
En junio 18.622 pacientes aguardaban la primera cita y crecen un 137 por ciento en apenas un año

Pacientes de
Primeras consultas
18.622
salud mental
14.326
14.068
12.062
en listas de espera
Número de
pacientes
7.851
Número de
días de demora
Fuente: Servicio Andaluz de Salud
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
junio 2019
diciem. 2019
junio 2020
diciem. 2020
junio 2021
35
47
47
44
52
Consultas procedentes
de Atención Primaria
15.638
11.262
11.515
9.795
5.862
junio 2019
diciem. 2019
junio 2020
diciem. 2020
junio 2021
29
40
39
43
47

Pacientes de
salud mental
en listas de espera
Primeras consultas
Número de
pacientes
18.622
14.326
14.068
12.062
7.851
Número de
días de demora
junio
2019
diciem.
2019
junio
2020
diciem.
2020
junio
2021
35
47
47
44
52
Consultas procedentes
de Atención Primaria
15.638
11.515
11.262
9.795
5.862
junio
2019
diciem.
2019
junio
2020
diciem.
2020
junio
2021
29
40
39
43
47
Fuente: Servicio Andaluz de Salud
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
La pandemia lo ha reventado todo. Pero si hay un servicio sanitario al que le ha hecho saltar las costuras, ése ha sido el de Salud Mental. El aislamiento, el miedo al contagio, el goteo incesante de muertes, los duelos sin resolver, la angustia ... por el empeoramiento de las condiciones económicas, la incertidumbre laboral ... conforman un cóctel explosivo que ha llenado las consultas de los profesionales de la Salud Mental. Las derivaciones desde la Atención Primaria a los especialistas se han disparado como nunca antes y, como era de esperar, también han aumentado las listas de espera en el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Los psiquiatras y psicólogos no dan abasto. Las estadísticas son reveladoras. Según el informe sobre las listas de espera de consultas externas actualizadas a finales de junio de 2021, había 18.622 enfermos en espera de una primera visita con el especialista de la Salud Mental en Andalucía, un 137 por ciento más que un año antes , cuando la epidemia empezaba a hacer estragos en la población más tocada emocionalmente por la crisis. De media esperaban 44 días, nueve días más que en junio de 2020, aunque tres menos que en diciembre de 2020.
Pero donde más se ha notado el aumento de demanda asistencial es en la Atención Primaria. Los centros de salud son el primer muro de contención de la pandemia, el lugar donde hace la primera criba y se realiza un seguimiento a los pacientes leves y moderados. Las derivaciones desde los médicos de familia a los especialistas se han triplicado en un año : el pasado mes de junio había 15.638 enfermos pendientes de una cita que, como promedio, tardaban 40 días en pasar por la consulta. Doce meses antes, 5.862 pacientes aguardaban una media de 29 días.
Entre enero y octubre hubo 9.011 ingresos en unidades de agudos, que tienen 621 camas
Las cifras muestran cómo los problemas de salud mental ha ido subiendo de intensidad y ponen en evidencia que el sistema no está preparado para asumir lo que se le ha venido encima . Según la Organización Mundial de la Salud, en 2030 los trastornos mentales serán la primera causa de discapacidad.
Más psicólogos clínicos
La Consejería de Salud y Familia ha empezado a tomar medidas, consciente de que urge aumentar los recursos y mejorar los servicios. Como iniciativa piloto, este año reforzó la Atención Primaria con la contratación de 26 psicólogos clínicos para atender las patologías leves y moderadas como ansiedad, depresión y somatizaciones en los centros de salud. El objetivo es evitar medicaciones innecesarias y « derivaciones no procedentes que se pueden resolver mediante alternativas terapéuticas y actuaciones de seguimiento y coordinación con los servicios sociales», explica Francisco Fonta, asesor técnico del programa de Salud Mental del SAS. «Vamos a contratar a 26 psicólogos clínicos más en 2022. Lo suyo es que hubiera uno por centro de salud, pero de momento vamos a evaluar cómo funciona este proyecto», añade.
Javier Romero, psiquiatra y codirector del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía , corrobora que «se ha generalizado el aumento de derivaciones de pacientes desde Atención Primaria». La demanda en Salud Mental «ha crecido por encima del 30% y tenemos dificultades para dar respuesta a ese incremento».
Los pacientes derivados a Salud Mental desde primaria se triplican en 12 meses
No hay visos de un cambio de tendencia a corto plazo. «No hemos salido de la pandemia y nos quedan muchos meses de trabajo a nivel de Salud Mental. Estamos viviendo situaciones dolorosas y traumáticas , que generan incertidumbre laboral, ansiedad y duelos, que pueden hacer cuestionar la propia existencia. Nadie está libre de padecer estos problemas», advierte el también jefe del área asistencial de Salud Mental del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.
Andalucía tiene 621 camas en agudos
Los hospitales andaluces cuentan con 621 camas hospitalarias para pacientes psiquiátricos agudos. Estas unidades de estancia temporal son una alternativa a los viejos manicomios cerrados en los ochenta.
Entre los pasados meses de enero y octubre se registraron 9.011 ingresos de enfermos agudos que permanecieron 13,3 días de media en los hospitales andaluces. Las unidades se encontraban al 63,45% de ocupación, según los datos que aporta el SAS. En el caso del Hospital Virgen de la Victoria, por ejemplo, el nivel de ocupación está un 10% por encima de la habitual. «Generalmente, requieren hospitalización personas que sufren un trastorno mental grave o una descompensación de su psicopatología. Se les ingresa hasta que su situación se estabilice», aclara Francisco Fonta.
A diferencia de lo que ha ocurrido con las primeras consultas, el número de ingresos en estas unidades psiquiátricas de agudos se ha mantenido estable. La crisis sanitaria obligó a parar toda la actividad no urgente , retrasar consultas externas y volcarse en la atención a los contagiados en las primeras olas epidémicas. Como consecuencia, en 2020 hubo un descenso de ingresos: 8.314 en total con una ocupación media del 68%. Un año antes, en 2019, sin pandemia, se contabilizaron 9.159 ingresos (68,1%) y 14,5 días de estancia media.
Alternativas al ingreso
En la bajada puntual de 2020 pesaron dos factores: por un lado, las reticencias a ir al hospital cuando los contagios estaban en su punto álgido y se saturó la red sanitaria y, por otro, «los pacientes con trastornos graves han permanecido más tiempo en casa y han estado expuestos a menos conductas de riesgo », señala Fonta. Se multiplicaron las consultas telefónicas, las salas de espera se quedaron vacías y se estableció un doble circuito de acceso a las urgencias. «Los mismos profesionales intentamos que no se produjeran ingresos para evitar que las camas se llenaran. Se redobló el seguimiento telefónico y presencial de estos pacientes, y los familiares estuvieron más encima de ellos», precisa.
Los expertos coinciden en que aún no ha pasado suficiente tiempo para predecir las secuelas psicológicas que dejará el Covid en nuestra mente. Luis Pizarro, adjunto a la Coordinación del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía , cargo provisional hasta su nombramiento como defensor de estos pacientes, asegura que «si algo ha demostrado la pandemia es que todos somos susceptibles de sufrir una depresión o ansiedad en un momento dado y de vivir situaciones adversas que nos lleven a un estrés emocional». Y coincide con la mayoría de expertos: «Debe haber más recursos para ayudar a estos pacientes que necesitan una mano para salir del agujero ».
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