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Plan 2030 EMASESA – Transformación digital

Información gestión sequía

#Objetivo90

 

Emasesa está en un proceso de cambio. Jaime Palop, director de Emasesa, afirma que ésta ha de ajustarse a los tiempos y necesidades de los usuarios y que de esa necesidad nace precisamente el Plan Emasesa 2030. Una hoja de ruta que, en palabras de Palop, es un plan «vivo, dinámico y flexible, ya que debemos adaptarnos a las nuevas necesidades sociales que ha evidenciado, por ejemplo, la pandemia por COVID-19 o el estado de prealerta por sequía: necesidad de transformación digital para mejorar la atención y accesibilidad de nuestros canales de atención, refuerzo de la tarifa social, uso eficiente del agua, respeto por el medio ambiente, necesidad de actualización de las infraestructuras, que a su vez redundará en más puestos de trabajo y en generación de riqueza, etc.».

 

 

¿Qué retos contempla el plan Emasesa 2030? 

 

Varios y todos y cada uno de ellos muy importantes. Uno de los más destacados, por ejemplo, es situar al usuario en el centro de nuestra atención, de forma que pueda ver resueltas sus necesidades en un entorno digital, con un nuevo enfoque multicanal y con especial atención a los más vulnerables.

 

La lucha contra el cambio climático es otro de nuestros retos más importantes. Hay que recordar que, precisamente Sevilla, fue declarada en 2019 en Estado de Emergencia Climática y que los periodos de escasez de lluvias son cada vez más largos e intensos. Por ello, tenemos que redoblar esfuerzos para aumentar la eficiencia en la gestión del agua en el ciclo urbano del servicio, empleando tecnología digital y reajustando nuestros efectivos para obtener mejores resultados con los mismos recursos. En este sentido, tenemos algunos objetivos muy interesantes y necesarios, como es el caso de la mejora en el tratamiento de aguas residuales, la lucha contra inundaciones torrenciales o la reducción de la emisión de gases con efecto invernadero.

 

Y por supuesto, queremos seguir contribuyendo a la dinamización de la economía en el área metropolitana, haciendo inversiones con recursos provenientes de las tarifas y recursos propios, evitando, hasta que sea posible, el incremento del coste del servicio al usuario.

 

Hablando de economía, Emasesa tiene en marcha varias obras importantes que han movilizado el interés y las inversiones de otras administraciones…

 

Efectivamente. Los proyectos de urbanismo sostenible en Cartuja Qanat y Avda. de la Cruz Roja cuentan con la cofinanciación de la Comisión Europea. El Ministerio de Innovación ha respaldado la economía circular en relación a los residuos procedentes de la depuración de aguas. El Ministerio de Transición Ecológica anunció la renovación, adecuación y rediseño de la red de saneamiento y pluviales del área metropolitana. La Consejería de Agricultura con la reformulación de la solución para la depuración, teniendo en cuenta el binomio agua/energía como herramienta para combatir el cambio climático y sus efectos, etc. Todo ello nos permite contar con un total de 535 millones de euros para infraestructuras que nos convierten en un motor de reactivación económica.

 

Sevilla se encuentra en estado de prealerta desde el pasado mes de noviembre, ¿cómo se está gestionando esta situación y qué panorama nos aguarda?

 

Efectivamente, nos enfrentamos a una situación compleja, con registros serios comparables a los de la sequía que sufrimos en los 90. La buena noticia es que Emasesa la ha comenzado a gestionar con anticipación y con agua en los embalses, que es justo como hay que hacerlo, y siguiendo todo un protocolo de actuación recogido en el “Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía”. Un plan consensuado con la sociedad, coordinado con Aljarafesa y aprobado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Nuestro propósito, siempre y cuando las circunstancias lo permitan, es evitar los cortes de suministro a las familias, a las industrias y al sector servicios (no hay que olvidar el peso en Sevilla y su área metropolitana del turismo, y por lo tanto de la hostelería y la restauración).

 

No obstante, es necesaria una colaboración colectiva para un uso eficiente del agua, de ahí que hayamos lanzado una campaña de concienciación que, a modo de reto, invita a la ciudadanía a situar Sevilla y su área metropolitana en un referente en el uso racional del agua y la conciencia medioambiental bajando el consumo de los 116 litros actuales a 90, es lo que llamamos OBJETIVO 90.

 

Esa bajada supone un reto muy ambicioso…

 

Lo es, pero hay que recordar que Sevilla y su área metropolitana se sitúan en una zona altamente vulnerable al cambio climático y, en especial, a los períodos de sequía. Las previsiones científicas alertan de su aparición periódica y sistemática, así que hay que prepararse no sólo ante esta situación de escasez que vivimos actualmente, sino ante las venideras. Es por ello que la necesidad de disminuir el consumo de los 116 litros actuales a los 90 litros por persona y día no se ciñe a la actual situación de prealerta por sequía, sino que está destinada a ser un leitmotiv los años venideros en línea con el Plan Estratégico Emasesa 2030.

 

Esta campaña de concienciación es además especial porque, por primera vez, pretende aglutinar los esfuerzos de todos los actores sociales a través de la firma de convenios. Ello permitirá amplificar los mensajes de concienciación, a la par que establecer un diálogo con distintos colectivos y grupos de interés que permita optimizar la demanda y hacerla más sostenible.

 

También se contempla la puesta en marcha de talleres informativos y actividades participativas en los distritos y municipios abastecidos, así como un intenso trabajo de educación ambiental en el ámbito educativo.

 

Hablaba al principio de digitalización, ¿qué beneficios reportará al usuario? 

 

Emasesa está inmersa en un proceso de transformación digital que equivale a más eficiencia y a un mejor servicio. En el marco de la sequía, por ejemplo, posibilitará ajustar los consumos, lo que redundará en una mayor capacidad de resiliencia. La digitalización nos permitirá, además, la modernización de todos los sistemas: desde la aducción, el tratamiento y la gestión inteligente de la red, a la tele lectura y la robotización de las instalaciones.

 

Gracias a los contadores inteligentes y la tele lectura, que acabo de nombrar, podremos detectar con mayor inmediatez posibles fugas en la red y avisar al usuario, obtener información sobre el consumo de agua en tiempo real, ofrecer nuevos servicios a los usuarios como la posibilidad de escoger los periodos de facturación, etc.

 

En definitiva, se trata de aplicar las recetas lanzadas por las administraciones para la recuperación económica y social tras el escenario generado por el COVID y para la construcción de un futuro más sostenible.

 

Además, se ofrecerán más canales de atención, lo que permitirá ganar en agilidad al simplificar los procesos administrativos, por lo que la relación con el usuario será más rápida, más cercana y más fácil.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Studio, la unidad de contenidos de Abc de Sevilla . En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio