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¿Seguimos en sequía a pesar de las lluvias?

Las lluvias de diciembre han dejado los embalses al 45% de su capacidad y agua para 6 meses más, pero seguimos en sequía, ¿por qué?

 

Contenido elaborado para Emasesa

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La llegada del copioso frente de precipitaciones que ha barrido la península durante diciembre ha supuesto un alivio para los embalses, cuyo volumen embalsado ha aumentado más de un 7%, prolongando sus existencias 6 meses más sobre lo previsto. Sin embargo, seguimos en alerta por la sequía. Y es que el estado previo a estas lluvias era tan precario después de 4 años de escasas precipitaciones, que las aportaciones recibidas no han logrado revertir, aún, la actual situación de escasez ni rebajar las limitaciones que de ella se derivan al situarnos todavía por debajo del 50% de la capacidad total de los embalses que abastecen a Sevilla y su área metropolitana. ¿Qué puede hacer la ciudadanía para hacer frente a esta situación? ¿Y qué está haciendo Emasesa en este sentido? 

 


Sevilla, un ejemplo en consumo racional del agua


 

«Es importante continuar primando el uso racional del agua, labor en la que la población sevillana supone todo un ejemplo al figurar su consumo entre los más ajustados de España. Gracias a la implicación ciudadana y a la inversión en mejoras de infraestructuras de Emasesa, se ha reducido un 36% el consumo doméstico de agua en los últimos años», explican desde la compañía.

 

Actualmente el consumo de Sevilla y su área metropolitana se sitúa en los 109 litros por habitante y día, mientras que en 2019 estábamos en 114 (cifra que aumentó hasta los 116 en 2020). Es más, a pesar de que el número de habitantes ha aumentado un 0,2%, al igual que el número de turistas que pernoctan una media de 3 noches, que se ha elevado un 10,2%, el consumo total facturado ha descendido algo más del 2% con respecto a 2019.

 

Este ajuste en los consumos también se ha producido en la industria y en el sector servicios, que ha reducido sus ya de por sí ajustados índices en un 1% y 2% respectivamente. El compromiso de estos se hizo patente en la firma de un Acuerdo de Colaboración con Emasesa el pasado 24 de junio en el que 12 entidades (Asociación de Consumidores en Acción de Sevilla FACUA; la Asociación de Consumidores y Amas de Casa Híspalis; la Unión de Consumidores de Sevilla UCS; la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia; la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia; la Confederación Provincial de Comercio, Servicios y Autónomos de Sevilla, APROCOM; el Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla; y grandes firmas como Airbus, Cocacola Europacific Partner Europa, El Corte Inglés, Heineken y Renault España) se comprometían a difundir y promover entre sus miembros mensajes de concienciación y a establecer sinergias en Emasesa para optimizar la demanda y hacerla más sostenible.

 

«Desde entonces han sido varias las entidades interesadas en sumarse al acuerdo de colaboración, como es el caso de Carrefour, Grupo SADA o el centro comercial Lagoh», señalan.

 


El Objetivo 90, un reto ambicioso pero necesario en un escenario de cambio climático


 

A pesar de estos esfuerzos, Emasesa insiste en seguir reduciendo el consumo hasta alcanzar los 90 litros por persona y día y por ello ha desplegado una campaña de concienciación llamada Objetivo 90 que ha impregnado a todas sus áreas. Su consejero delegado, Jaime Palop, reconoce que «independientemente del estado de escasez en el que nos encontremos, es importante fijarse el Objetivo 90 como meta al ubicarnos en una zona altamente vulnerable al cambio climático que nos obliga a ser eficientes». El propio Palop reconoce que se trata «de un objetivo a largo plazo difícil de conseguir, dados los ajustados niveles de consumos que ya se dan, pero con 90 litros por habitante y día se podría ahorrar en 10 años el equivalente a un gran embalse».

 


La gran baza de Emasesa para combatir la sequía: la digitalización


Fruto del aprendizaje atesorado en anteriores episodios de escasez, Emasesa ha experimentado una profunda transformación y desarrolla desde hace tiempo varias iniciativas que persiguen un sistema de gestión más eficiente y resiliente ante situaciones de sequía, especialmente en el actual escenario de cambio climático.

 

Entre estas destaca el programa de transformación digital, que se traduce en: el uso intensivo de tecnologías digitales aplicadas al ciclo integral del agua; la evolución de la cultura interna de las personas que integran Emasesa; y la implantación de nuevos procesos diseñados para lograr una renovación en la forma de gestionar la empresa, que implicará la toma de decisiones basada en información de mayor cantidad, calidad y valor.

 

Es decir, la implantación de un nuevo modelo de cogestión eficiente del ciclo integral del agua que permita a Emasesa adaptarse al nuevo escenario de escasez, con sequías cada vez más comunes y persistentes. Que cuente con la colaboración de los usuarios, los trabajadores y los organismos de la cuenca, mediante el uso intensivo y sistemático de la tecnología digital, la transparencia y la inteligencia artificial.

 

Al margen de la digitalización, Emasesa tiene en marcha un plan de renovación de infraestructuras que de igual manera redunda en la eficiencia del sistema, así como proyectos de aguas subterráneas y aguas regeneradas.

 


La telelectura, una fórmula que permitirá la máxima eficiencia


 

 

La apuesta de Emasesa por los nuevos contadores inteligentes que posibilitan la telelectura permitirá en 2 años monitorizar el 60% del consumo y en 4 años el 80%. «La información que suministren permitirá una eficiencia máxima, al permitir informar a las familias de forma personalizada y directa para que estas puedan ahorrar más», comenta Palop. En este sentido, el pasado mes de julio se firmó un protocolo de colaboración con la UPO y ya se está monitorizando a 200 familias voluntarias en un proyecto piloto de ciencia ciudadana. Esta iniciativa reporta información precisa del consumo de 200 hogares, las 24 horas del día, lo que permitirá conocer la evolución y las tendencias en el consumo.

 

El análisis de estos datos permitirá aplicar actuaciones específicas, con la involucración del usuario, para estudiar los hábitos de consumo y, posteriormente, analizar posibles medidas a poner en marcha. Las conclusiones que sean extrapolables al resto de la ciudadanía permitirán en el futuro llevar a cabo campañas de comunicación y concienciación para ajustar los consumos.

 


Para más información: emasesa.com/agua-es-vida/


 

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Studio, la unidad de contenidos de Abc de Sevilla . En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio